UN MAR DE TIBURONES

Cuando estás 25 años en una piscifactoría y te lanzan a un mar lleno de tiburones, donde todo es rápido,  el placer rápido, los desapegos rápidos, donde después de un divorcio te ponen una etiqueta de mujer muy accesible, los tiburones merodean esperando que te despistes para morderte y dejarte sangrando con el cacho de carne colgando, pero respetando todas las inquietudes, necesidades, inclinaciones, mientras no te salpiquen, ¿Dónde quedamos los románticos?, los que pensamos que mejor solos, que mal acompañados, los que nos inclinamos por el amor antes que el sexo, los que soñamos con el cruce de miradas con química y con ganas de conocerte, los que se dan la mano y lo disfrutan, los que se buscan para compartir y no devorarse, ¿Por qué estamos demodé, por qué no nos respetan?, los que no nos gusta las páginas de contacto, los que no tenemos necesidad de estar acompañados, porque hemos aprendido a disfrutar de nuestro tiempo y amigos. Porque somos sentimentales, soñadores y actuamos con liberalidad, no estamos en el mercado libre, ni somos Singer, no estamos en el gremio de desesperados.com, no tenemos ningún órgano interno inquieto, y no somos ni fáciles ni de rápido acceso, hemos aprendido a vivir en un plazo corto de tiempo en aguas peligrosas y nuestra inteligencia, y nuestros recursos de adaptación nos permiten defendernos. Viva cualquier ser que viva en libertad, respetando los intereses, motivaciones del resto.
Los románticos seguiremos soñando con las puestas de sol, las noches de luna llena, los cielos estrellados, y los paseos por la orillas de la playa.