Cuántas medallas te has ganado por superar situaciones, momentos, estados de ánimo devastadores para ti, cuánto has puesto de tu parte para superarte a ti misma, por hacerte grande cuando eras microscópica, y has tenido intenciones de huir, de correr sin parar y no mirar atrás, cuántas veces has decidido acostarte pronto, por que el día se hacía largo, con la esperanza de ver una luz diferente al día siguiente, y de tener una fuerza que te faltaba el día anterior. Cuántas veces has pintado tu cara por la mañana como se coloreaban las pelis de blanco y negro, las coloreaban sí, pero se notaba claramente por que los colores eran demasiado fuertes, pero el hecho de hacerlo denotaba tu coraje interno, tus ganas de luchar y de pelear, el ansia de sobrevivir.
No dejes que pase ni un minuto más, ponte tus medallas, la de buena gente, la de mujer luchadora, la de superviviente, la de mujer bella, la de madre, póntelas todas y colocalas en algún sitio, para que las veas, por que simboliza tu lucha, quien mejor que tú para condecorarte.
Ni un sólo día más, ponte tus medallas.
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