domingo, 29 de julio de 2018

EL PARQUE MANUEL BARQUÍN. TORRELAVEGA

Por fín tenemos un parque en Torrelavega techado, una ciudad donde llueve muy a menudo y no sabes que hacer con los niños tantos días metidos en casa, si no es meterles en centros comerciales y que respiren el aire del consumismo y el sudor ajeno. 
Tengo que decir que el parque es bonito y desde que se inauguró he ido con mi hija casi todos los días, es lo bueno de tener tres hijos mayores que no han gozado de tal privilegio y de que la última tenga solo seis años y se pueda veneficiar de esta acertada propuesta, deseada a gritos desde hace años.
Desde que fui la primera vez me sorprendió que dentro de esa zona donde se distribuyen los columpios modernos, en el que hay un pequeño rocódromo, todos en líneas, formando un total de tres alineaciones en una de ellas, han colocado una tirolina, donde los enanos cogen mucha velocidad a un palmo del suelo. No puedo evitarlo,  se me junta todo, mi profesión de profesora de Educación física, socorrista, prevención de riesgos y no logro entender esta última instalación. No creo que dure mucho por que le va a costar a nuestro sistema sanitario mucho dinero, teniendo en cuenta que está en una línea de paso, y que los abuelitos que llevan a sus nietos están delicados, andan con móviles, se despistan como el resto de adultos y niños pequeños y se ponen en la trayectoria de tan rápido proyectil, la tirolina, no tardaremos en sumar numerosos accidentes, pero esto que veo yo, lo ve cualquiera y más un responsable de obras públicas, o quizás están ciegos, ya veremos más de una cadera, un brazo quedaran mermados por tal instalación, aquí no valen las advertencias, hay que esperar que se produzcan esos acontecimientos que hagan reflexionar sobre si ha sido un acierto o no el ponerla.  Presuntamente es una fuente de peligro. Hay queda.

TERCERMUNDISTA.

No hay manera de recorrer un país como España de cabo a rabo, de Sántander a Ceuta sin dejarte el aliento, las fuerzas y la pasta por el camino. No hay un vuelo que no te deje sin nómina, ni ningún transporte que una los dos extremos de España. Es más fácil volar a la India, más barato ir a Roma y más directo ir a Lóndres que intentar llegar al otro extremo del país a un español que por razones de familia y trabajo dejó su tierra para establecerse en otra pero que tiene la familia de origen en su tierra. ¡que puñetera vergüenza!. Y si te lanzas a la aventura de coger transportes, te encuentras con tres o cuatro transbordos, y a merced de la falta de puntualidad de nuestros medios de transporte, vas cargado con la maleta, sufriendo de que te pueda pasar lo que me ocurrió en el último viaje, que el tren se retrasó y nos tuvieron en la estación de Burgos tres horas esperando un maldito autobús, que además paró en todos los pueblos del mundo y llegamos a Cantabria a las 2,00 de la mañana.
Esto es un cachondeo, llegas exhausta y te das cuenta de que estando en tu propio país, estás en el culo del mundo, bochornoso. 
Eso estando en plenas facultades, no puedo olvidar que cuando coges el barco en Álgeciras, te encuentras con tres kilómetros de marcha hasta llegar al barco y todas las rampas averiadas. 
Parece mentira, año 2018 y somos un país de m, donde los extremos no cuentan, Sántander no sale ni en los mapas del  tiempo del telediario y Ceuta solo sale para mencionar las desbandadas de negros saltando la valla. El otro día esta pobre gente, que no lo dudo echó ácido y mierda liquida a los guardia civiles que custodiaban la frontera, que son los otros desgraciados que dan la cara por la incapacidad de gestionar nada de los políticos. 
Viajar es un placer, siempre que no sea volver a tu tierra de origen dentro de tu propio país, entonces se vuelve una pesadilla, te entran ganas de vomitar, y llegas tan cansada que tardas en recuperarte varios días. No dejaré de hacerlo, pero hasta que no veo la cara de mi madre, tengo muchas ganas de llorar de la impotencia, de que sigamos así en el 2018 y los encargados de llevar un país tomen un avión del estado para ir a un concierto o de parranda al resto que nos den por culo.

viernes, 27 de julio de 2018

NO ENTIENDO POR QUE ME LEES

Esto no es el diario de Ana Frank, ni el diario montañés, no es nada, por que quien lo escribe desahoga, sobre todo lo que llega a una mente que entiende muy poco de lo que ocurre en un mundo de torpes, donde los inteligentes callan, como en la antigua Roma por miedo a la desventaja, ya que la razón es un bien inestimable en una sociedad absurda y carente de sentido. 
Lo que sí es significativo, es tu tiempo, cada segundo de tu vida vale mucho dinero, y lo desperdiciamos en mil tareas que no aportan nada, en las colas en las que un país poco eficiente soporta, hay que hacer cola hasta para morirse. En una educación que enjaula a sus pupilos para que no estén en la calle, que aburre y adormece, uniforma y no despierta el potencial que cada uno tiene dentro.
En un mundo que confina a sus viejos en residencias por que ya no son útiles, y se lo hacen saber cada segundo de su senil vida, después de la jubilación toca morirse, por que no renta tener inútiles en una sociedad donde solo prima la productividad, no los sentimientos, no la experiencia, no las emociones.
la política hace cositas para figurar, para contentar, ahora un parque para viejos, ahora un instituto de la mujer, para que conste que está representada, ahora una ventaja para las familias numerosas, a ver si les engañamos para que tengan más de medio hijo, que así no se construye una sociedad con futuro.
Campañas millonarias contra el alcohol y drogas, pero las leyes no protegen al menor, siguen poniéndose de las dos cosas hasta el culo por que tenemos agujeros negros por todos lados, y este balón pierde aire sin parar. La famosa pescadilla que se muerde la cola.
Leyes que protegen al delincuente, y que en muchos casos son jaulas de oro, ya quisieran muchas familias deshauciadas estar en la piel de muchos presos, asesinos que se alimentan mejor que muchos niños en sus casas por falta de recursos.
Estamos en manos de un sistema judicial penoso, violadores en la calle con peligro de delinquir, sentencias injustas y crueles para las víctimas, protocolos en los divorcios que despersonalizan los casos de separación y fomentan la desigualdad y el desamparo.
De que nos sirve aprender tantos contenidos en las aulas de los colegios e institutos si tenemos una sociedad cruel que no ampara al débil, que no protege a las víctimas.
La sociedad tiene un cáncer terrible y el cáncer no se cura con protocolos, se cura con confianza, con cariño, con medicación adecuada a las peculiaridades de la enfermedad de cada uno, y con la ayuda de todos.

jueves, 26 de julio de 2018

LA AVENIDA DE ESPAÑA, TORRELAVEGA.

Ayer paseando con mi hija Sara por esta pequeña ciudad para ir a un parque, pasamos por la Avenida de España, ahora cementerio público de la misoginia, cementerio de un silencio lleno de gritos que no se escucharon en su momento ni tampoco se escuchan ahora, por que nos siguen matando, nos siguen cortando alas. 
Iniciativa política y de quizás alguna organización de mujeres queriendo despertar algo que no sea lo que ayer se produjo en mi, indignación. Decoran la avenida, se supone que para concienciar de  la violencia de género, figuras de las mujeres que van muriendo, les ponen su supuesto perfil, unas con pelo rizado otras liso, unas bajitas y otras altas, las hay gorditas y flacas, quizás para que quede claro que dentro del perfil del monstruo estamos todas. Dentro de la figura el nombre, la edad, y el día de su mortal encuentro. 
Se me ponen los poco estrógenos que tengo a cien, ni mindfulness ni leches, empiezo a pensar ¿donde están los verdugos, los criminales, los cabrones, los abusadores, los mal tratadores, los animales depredadores, los vampiros, los desquiciados, locos, machirulos asesinos que han hecho esto, quiero sus caras, no sus perfiles, sus nombres, su edad, el arma que utilizaron para quitarles la vida a esas inocentes a las que la sociedad enferma dejó sueltos para que ellas se abrieran a un amor venenoso lleno de sufrimiento, quiero sus manos, esas con las que se cargaron a su mujer y quizás a sus hijos, quiero sus miradas para no olvidarlas. Ellas murieron siendo discretas, ellos las buscaron para hacerlas públicas con su ataque egoísta y muchos hasta el final quisieron tener la última palabra suicidándose, cobardes.
Estamos desnudas legalmente, mucho paripé pero luego dejan que ejerzan los machirulos en todas sus profesiones, la peor la de jueces, abogados, fiscales, políticos que deberían ejemplarizar con sus conductas, opiniones, sentencias.
 En la avenida de España hay un instituto de secundaria, realmente esto es una manera de concienciar a nuestros hijos sobre la violencia de genero, lo dudo mucho.

miércoles, 11 de julio de 2018

LOS BANCOS.

Matricular a una de mis hijas, y pagar los recibos del banco de libros y de la asociación de padres.
Por supuesto que hacer cualquier matrícula es una gymkana, cada pago en un banco diferente, pero lo más divertido y es mejor contarlo así para no morirse del asco, es cuándo entras al banco y te encuentras con la maquinita del número de turno que te dice si eres o no cliente, vamos que la primera diferenciación es para hacerte consciente de que en ese lugar si no eres cliente eres una mierda y vas a esperar más. Te sientas en una sala en medio de unas veinte mesas enumeradas y donde muchas están ocupadas por trabajadores del banco que no atienden a nadie. Miras el ticket, lo lees y pone que el máximo tiempo de espera es de 90 minutos, como la canción de India Martínez, una espera que te obliga a estar mirando unas pantallas donde van saliendo letras y números de series distintas que te obligan a no parpadear para que no se te pase el turno, solo puedes mirar, me parece alucinante, de una poca vergüenza bestial, ahí ya te están llamando tonto o tonta. Una pobre señora mayor me pide que por favor la avise, cuando le toque que no ve ni oye bien, con lo que además de llamarte mierda por que no eres cliente, tonto por tener que observar sin pestañear una pantalla, discriminan también por edad y por discapacidad funcional, Enhorabuena a los bancos, menudo marketing, cualquiera pregunta por el baño igual te espera una ducha de gas o ácido. 
Por fin mi número y empiezo a dar vueltas no veo la ventanilla, desesperada grito en alto donde está la ventanilla número 14, y al final me indican justo detrás de las pantallas camuflada, allí me espera una señorita con cara de póquer, y me dice que para pagar el recibo de la asociación me va a costar dos euros y medio más si lo hago por ventanilla, y cero euros si lo hago por cajero, osea que he perdido 45 minutos esperando para nada, además me avisa que la máquina no acepta monedas, entonces miro el monedero y le digo que no tengo suelto que lo hagamos por ventanilla, cuándo me cobra los dos euros, y hace todo el proceso, le pregunto si me podía haber cambiado el billete y me dice que eso lo hace la máquina, total que me ha cobrado los dos euros y medio cuándo lo podría haber hecho por el cajero, me ha llamado idiota, da igual ser profesora, se puede ser idiota por necesitar entrar en un antro como es un banco. Espero que pase mucho tiempo hasta que vuelva a hacerlo. Bendito ING DIRECT.