lunes, 6 de febrero de 2017

EL CUENTO DE LA LLAMABAN DOÑA PRISAS

LA LLAMABAN DOÑA PRISAS
Porque era una niña que siempre iba corriendo a todos lados, salía de casa siempre con prisas, y recorría los caminos que la llevaban a sus diferentes destinos sin pararse con nada.
Un día había quedado con una amiga que vivía en una casa al otro lado del río, era por la tarde y después de las recomendaciones de su madre, se marchó corriendo, tan rápido se fue, que se le olvidó cerrar la puerta de su casa.
A toda velocidad, a toda velocidad y de pronto se vio empujada y caída en el suelo, le costó volver en sí, se había dado con un enorme árbol.
El árbol le dijo:
- Niña, que falta de respeto, ¿no me ves, soy grande muy grande, viejo, muy viejo llevo aquí 2000 años, mira que raíces tengo, y sólo se te ocurre ignorarme, golpearte con un pobre viejo.
La niña respondió:
- iba tan deprisa que no me he dado cuenta, perdón y siguió corriendo
Al cabo de un minuto otra vez en el suelo, se tropezó con una piedra y rodó por el suelo,
La piedra dijo:
- Llevo aquí muchos años y no me mueve ni el viento, ¿por qué no me has visto?
La niña respondió:
- No sé iba muy deprisa y no te ví, perdón.
Y siguió corriendo.
Iba a todo correr y se estampó contra el muro de una vieja casa abandonada sin puertas ni ventanas y llena de musgo.
La casa dijo:
llevo aquí sola más de 100 años, todo el mundo sabe que estoy aquí, y tú ¿por qué te tropiezas conmigo?
La niña respondió:
- no te he visto, no sabía que estabas aquí, perdón ,iba tan deprisa. Y siguió corriendo
Y de pronto se cayó en un río,
El río le dijo:
¿Por qué te enfadas, si te estas bañando en mis aguas?...acaso ¿no me has visto?
Llevan fluyendo aguas por mi cauce desde hace cientos de años, niña, ponte gafas dijo Don río.
La niña se quedó sentada muy disgustada por haberse mojado, y entre los árboles del río salió un enorme búho con gafas y muy despeluchado, tenía pinta de saberlo todo, era muy culto y muy mayor, reunía todo para sentenciar con sus palabras.
El búho dijo:
- Mañana sal antes y coge el camino andando, en el primer tramo de tu camino verás unos nidos de golondrinas, siempre dando de comer a sus polluelos.
- Hasta la casa se vislumbra siempre a estas horas un precioso atardecer, era lo que veía la dueña de la casa por las ventanas hace muchos años.
- Hasta la piedra, verás unas hermosas huellas de osezno, un oso juguetón que viene a jugar con la piedra intentando mover la todos los días.
- Cuando llegues al río verás cientos de peces de colores de diferentes tamaños y formas.
No te pierdas todo lo que te encuentres en el camino.
Al día siguiente la niña volvió hacerlo, pero despacio, y no llegó a casa de su amiga por que le gustó tanto que lo hizo y lo deshizo cuatro veces, y cuándo llego finalmente a la puerta de casa de su amiga su madre la recogió, pero al día siguiente tenía tantas cosas que contar de ese camino que había recorrido tantas veces y había tardado tanto en conocer.
Colorín colorado este cuento se ha acabado y por la ventana se ha volado, adiós cuento adiós.







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