domingo, 31 de diciembre de 2017

EN El CULO DEL MUNDO

Por Dios Santo, que viaje mas largo, nací en el culo del mundo y los políticos me lo hacen saber cada vez que viajo a Ceuta. ¡Que lejos!,¡que mala coordinación de transportes!.Doce horas de tren, haciendo transbordos, tengo el culo como un mazapán del 2004. Cuando llegué a Algeciras hay que coger el Ferry. Solo deseo que el estrecho se porte, para que no tenga que echar la cena de nochebuena, y eso que ya hace días de ello.
Llego al puerto, después de más de once horas de viaje y de partir España en dos medias naranjas, cojo el último barco, el de las diez horas. Desde el embarque al Ferry hay unos 500 metros, las cintas de equipaje averiadas. Esto no esta hecho para discapacitados, ancianos, o personas que van sencillamente con una maleta. Cuando llegas suplicas que no haya marejada porque ya estas hasta las narices y hay que ver el vaso medio lleno siempre cabe la posibilidad de que cierren el puerto y tengas que tomar las uvas en un hotel sola frente al espejo, pero nada te quita de la cabeza el abrazar a tu madre, vuelve a casa vuelve y decirle este viaje es un puto infierno.

sábado, 30 de diciembre de 2017

EL OPRESOR SOCIAL

Ahora, pasó a la historia lo de durmiendo con tu enemigo, liberada después de pasar por sus garras y su voracidad queriendo tragarme no sin antes masticar me hasta la saciedad, saboreando cada segundo como sufro y como mi piel languidece por el dolor, la soledad, y la desesperación de verte rota y coger fuerzas para recomponer te de un desguace q te provee de piezas poco a poco, pero q al final te recompone, así que pasas a ser un vehículo de lujo de ocasión pero según te apetezca. 
Ahora en la distancia e intentando hacer una separación de bienes justa sin rencores, quiere seguir devorando te, masticar te y escupir te a la calle y que vivas entre cartones, y cuando tengas a tus hijos sufras para alimentar su ego, su prepotencia. 
Quizás se avergüenza de haber tenido una mujer con ovarios como campanas para sacar adelante a 4 hijos, que aunque económicamente estábamos los dos, físicamente los saque yo sólita. 
Ahora, ya liberada del opresor, sigue queriendo torturar, pero cada vez lo tiene más difícil. 
Aunque quedan cuatro hijos, que inocentes están bajo el yugo del opresor, controlados, manipulando sus afectos, teniéndoles miedo que con el miedo no se juega, por eso ya sienten el nudo oprimiendoles el cuello. 
Ahora tengo que estar agradecida a la vida por darme la oportunidad de quitarme a este prenda, que pierde color, con cada lavado de cara. 
Ojalá los niños tengan recursos para liberarse de tanto control opresor. 
Quizás el tiempo ponga las cosas en su sitio, por que nadie se queda con nada de nadie, al otro mundo te vas en pelota picada y quizás allí Le pongan una pantalla revisando todo lo que ha hecho, para que se vea malo, ridículo, prepotente e indigno de todas las oportunidades que Le dio la vida y que no supo aprovechar. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

El CUENTO DE LA HORMIGA AQUÍ ESTOY YO.

Érase una vez una hormiga a la que llamaban aquí estoy yo, desde que era muy pequeña se había mostrado rebelde a los uniformes del resto de hormigas y a su modo de ver la vida, vistiendo de modo diferente y soñando con ser libre. Había intentado salir del hormiguero para aventurarse por otros caminos a las sorpresas, descubrir historias por medio de otros insectos y vivir una vida más apasionante, pero sus intentos fracasaban ya que los guardianes del hormiguero siempre la pillaban por los alrededores y la llevaban de nuevo a casa, a la rutina, a la uniformidad, a su zona de confort, que para ella era una cárcel.
Un día consiguió salir del hormiguero y se encontró en su camino con una araña con sombrero de copa y llena de plumas, era muy cool, se hicieron amigas y caminaron juntas, encontraron que en su diferencia tenían muchas cosas en común, a las dos les aburría hacer siempre lo mismo y les encantaba conocer insectos nuevos. De nuevo por el camino se encontraron con un escarabajo pelotero muy gordo y con un andar muy torpe, pero era tan gracioso que después de cinco minutos de no parar de reír, sintieron dolor de estómago, quizás era por no poder respirar, les merecía la pena ir despacio y cambiar de ritmo, por que ese escarabajo pelotero era único y muy divertido. Siguieron andando los tres y se encontraron a un gusano, arrastrándose por la tierra, adaptándose a cada rincón de ella, les iba contando hermosas historias de como se sabía camuflar en el suelo para evitar ser devorado por los pájaros, siguieron andando juntos adaptándose todos al ritmo que juntos podían llevar, y se encontraron a un ciempiés dolorido que apenas podía andar, su cuerpo se curvaba hacia arriba por que los pies de la parte delantera los tenía llenos de juanetes.
Los insectos se pusieron manos a la obra y le tejieron con la ayuda de la araña unos valiosos zapatos, adaptados a su deformación, al ciempiés se le dibujó una preciosa sonrisa, y les invitó a merendar, fue una jornada llena de risas y anécdotas divertidas, la hormiga a la que llamaban aquí estoy yo, encontró una nueva pandi para sentirse querido, integrado y con una vida llena de alicientes nuevos, amada por sus cualidades y por sus diferencias.
Colorín colorado este cuento se ha acabado y por la ventana se ha volado, adiós cuento adiós.


jueves, 21 de diciembre de 2017

LA LUZ DE LA NAVIDAD

Quizás la referencia que tomamos para visualizar a toda la familia unida, quizás son anhelos que tenemos que separan la realidad de la ficción, reunir a quienes a veces no se tragan o no se pueden ver, observando que más que un clima de amor y paz, hay tensiones, miradas que ocultan rencores, o contenidas, quizás no sabemos perdonar desde lo más intimo, pero el perdón da calidad de vida, da años nítidos de luz mental y el perdón te libera de rumiar sobre lo que esperamos de los demás, sobre lo que pensamos que han sido malas intenciones, sobre todas las interpretaciones que hemos hecho de aquello que nos ha molestado y que no deja muy bien a los protagonistas. 
Quizás ahorremos energía en comprar y comprar para mitigar las frustraciones de todo tipo que a veces tenemos y que ni siquiera les ponemos nombre, por que no sabemos identificarlas. 
Quizás decidamos vivir la realidad aparente que nos toca, hemos nacido con suerte y no estamos tirados en una pradera con un balazo encima, o nuestros hijos se mueren de hambre, mientras nuestra casa vuela por los aires, o luchamos en medio de alta mar para salvar la vida, queriendo llegar a un mundo que creemos será mejor. 
Pasearemos por las calles sonriendo, llenos de paquetes, y deseando le a todo el mundo una felicidad inmensa, inmersos en lo que la sociedad una vez más espera de nosotros, no miraremos atrás, ni a los lados de la calle, no miraremos al cielo, por que aquí no llueven bombas, no miraremos al mar, por que aquí no llegan refugiados, no miraremos más allá de nuestro alrededor más cercano, nuestra zona de confort está protegida y eso es lo que cuenta. 
El mundo real está ahí fuera, triste y desolado, lleno de violencia e injusticia, y por mucho que disimulemos y por mucho que creamos que está lejos, el dolor salpica  y viviremos esta navidad sabiendo que no es el cuento que nos han contado, aunque estos cuentos vengan de la mejor empresa del mundo, que los sabe contar muy bien. Las navidades como la vida no será auténtica hasta que todo el mundo tenga el derecho a vivir con plenitud y todos los niños sonrí
an.