martes, 28 de febrero de 2017

ME LO QUEDO!!!!



A mi se me dieron siempre, como el culo las matemáticas, tampoco encontré a un héroe/ una heroína que me las explicase bien. Una especie de incapacidad de la que no me quedó otra que ir superándola como pude, quizás se dieron las circunstancias o que el resto de asignaturas presionaran para superarlas pero lo que a ciencia cierta sé,  que yo no las aprobé nunca.
El caso es que con mi animadversión a los números, no he podido evitar meterme en camisa de once varas y estar haciendo un balance de la corrupción en nuestro país, más de 8.000 millones de euros saqueados, robados, los mismos que nos dice Pierre Moscovici desde Europa, que tenemos que fijar nuestros reajustes, por esa misma cantidad 8.000 millones de euros.
Edward Teach, era Barba Negra, en el siglo XVIII, se dedicó a asesinar y saquear todo lo que pudo y más, pero este llevaba la bandera pirata y unas pintas como para no echar a correr, con los piratas actuales estamos vendidos, están en puestos de confianza de los españoles, nos roban a todos, nos saquean a impuestos, dejan a los padres, abuelos sin hogar, a los niños sin protección, los matan de frío, nos hacen ir a todos por la calle con el gesto enfadado, ceño fruncido, en fin que nos vacían las arcas, nos dejan endeudados, y no llevan barba, no van sucios, no tienen bandera pirata, tienen palacios, evaden los dineros a destinos que son paraísos fiscales, van vestidos de ropa echa a la carta, y se suben a coches de lujo, no comen pasta, ellos solo se la reembolsan y como dice el anuncio de L´oreal, por que yo lo valgo y a los demás que nos den.
Esta cabeza que es España, llena de piojos, que nos chupan la sangre, y la vida, que nos ponen obstáculos hasta respirar, que no nos dejan en paz, con tanto impuesto y nos amenazan con jubilarnos a los 70. Nos presionan entre dos pareces para sacarnos todas las buenas ideas y vivir comprimidos, al vacio, mientras ellos queman nuestro dinero, el de todos, y no devuelven nada.
Muchos de esos piojos, han sido impugnados por el gobierno que en ese momento tenía el poder, tanto PSOE, como PP. Otros han prescrito, a otros les han caído unos añitos, pero cuándo salgan como maharajas van a vivir de lujo con todo ese dinero que han pillado y no han devuelto.
 y otros casos siguen abiertos, todo esto es de risa. Los piojos se ríen de nosotros, en los colegios, y en la política.
¿Por qué  no son impugnados los abuelos de tanta carga familiar?, ¿por qué no son impugnados los niños? para que puedan desayunar y dormir calientes, ¿por que no son impugnados los trabajadores de casi 50 años, que han ido a la calle, sin ninguna esperanza laboral?....
De verdad, cuándo salió el bigotes de Marbella y la folklórica por el caso Malaya en el 2006, después de un ritmo de vida que parecía una parodia de vividores, que si el Rocío que si un rolex, que si rie, rie, dientes, dientes que es lo que más jode.
 Luego dicen que el dinero no hace la felicidad, que se lo digan a Julián Muñoz, cuándo le preguntaba a la Pantoja:
- Gitana, ¿tú me quieres?,
Y ella respondía: más que a mi vida.


Esto era la premonición pública de la Epidemia que sufría España, estábamos plagados de piojos, a partir de aquí, empezaron a pillar, aunque ya llevaban haciéndolo desde 1975,lo sufríamos en silencio como las almorranas.
Toda esa gente corrupta va a los juicios con mucho glamour, nada más hay que verlos haciendo el paseillo hasta los juzgados, Undargarín parecía estar en la semana de la moda de Madrid, al igual que todos los que han ido por esos motivos a los distintos juicios, orgullosos, altivos, prepotentes. Cuándo se van,se montan en sus cochazos, o ¿son nuestros?, lo único que tienen esa gentuza, es el rostro de haber engañado, pirateado a todos los españoles su dinero e ir pavoneándose sin verguenza ninguna.
Y tal y como está el país, nos seguimos metiendo en obras de las que se podrían prescindir, en fiestas que no son necesarias, en rehabilitación de fachadas, recuperación de lavaderos antiguos...y un sinfín de gilipolleces que nada tienen que ver con las necesidades físicas y emocionales que tienen muchos españoles para dignificar su vida.




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