miércoles, 15 de febrero de 2017

LA ROMÁNTICA EXPERIENCIA DE SER MAMÁ



LA ROMÁNTICA EXPERIENCIA DE SER MAMÁ PRIMERIZA
Después de nueve meses de incertidumbre e ilusión, en el que tu cuerpo ha sufrido transformaciones mil, y tus hormonas han dado la vuelta al mundo tres veces, llega la hora, porque ves que tu cuerpo  es como un kinder sorpresa que estás a punto de abrir y saber que regalito para toda la vida te espera, las contracciones han empezado por la mañana, tu has hecho tu vida normal, pero antes de comer ves que en menos de cinco minutos, vuelve el apretón, y dices las palabras mágicas al hospital, te exploran y te ponen oxitocina, para que la dilatación sea más rápida, vas preguntando por el anestesista, y te dicen que está operando, que llegará, y tu piensas o viene o voy por él, esto empieza a ser inaguantable, la siguiente contracción te encoges y enrollas como la cascara de un caracol detrás de la camilla, y piensas en todas las mujeres que han parido a pelo, alucinante, cómo podían aguantarlo?, te preguntas,y estás muy cabreada, el anestesista no aparece, cuándo decides que vas a por él, aparece un señor de bata todo sereno, ¡joder! , ya era hora, es él,Te ponen la epidural, y pares como si nada, dos empujones y fuera. Ahí está tu primer y precioso hijo, supervisas su cuerpecito y ves que está de una pieza, menos mal, te lo lavan y meten en una cuna con un gorro, empieza la guerra de los parecidos, tu madre que es igual que tu, tu suegra que es igual que el padre y así con cada visita. De momento no se ha pasado la anestesia, pero ya vas notando que el remiendo que te han hecho de lado a lado duele lo que no está escrito, te dicen que hagas pis, y tu piensas ni de coña, de aquí no me levanto, pero no estás para imponerte y te obligan, no sabes lo que hay por ahí abajo, pero es de todo menos bueno, cada vez que vayas a hacer pis, agua y sal, y hecha un asco, venga visitas y R que R, con los parecidos, si se quedan un rato largo te empiezan a contar sus partos y sus problemas con la lactancia, lo que menos te apetece escuchar, pero es lo que hay. Tu bebé sigue dormido, inocente, respirando tranquilamente, todavía no tiene hambre y le miras como diciendo madre mía esto es maravilloso pero ¿ahora qué?, las enfermeras te dicen que hay que estar muy atenta a quitarle el meconio, las primeras heces del bebe, porque es peligroso que lo aspiren, cuando te llega el momento, tienes que quitar el pañal y ves que es un pegote de alguitrán, asqueroso….y llega la primera noche, terrible los dolores, espantoso, ya estás agotada y esto sólo acaba de empezar, al día siguiente empieza a subir la leche a tus pechos ocultando tu barriga de recién parida y  sientes una presión, parecen que van a reventar, estás como  Dolly Parton. El pezón es enorme y no le cabe al bebe en la boca, pero hay que meterselo a presión, que tiene que mamar el calostro sí o sí. Aquí es cuándo empieza el tema en la habitación a debate, que si la leche de la madre es de calidad o no, que puede que no le alimente, y tengas que recurrir al biberón, vamos más estrés, como si fuera poco. Además tus dos depósitos de leche están llenos y el bebe no puede tomar tanta leche con lo que te recomiendan sacártela con un sacaleches, podían haber asesinado al que lo creó, seguro que fue un hombre, otro martirio. Y llega el momento del alta, te vas con tu bebe, muerta de cansancio, y sin saber todavía lo que viene, te lo llevas sin manual de instrucciones y desde que entramos por la puerta de casa hasta dos años después no paró de llorar y no durmió nada, esto nos llevó a comprar el libro de manual para dormir a un niño de Estivill, con un cartel en la habitación del bebé con los intervalos progresivos que había que dejarle llorar, por supuesto no funcionó, por que el niño en cuanto se ponía malo, se rompían los intervalos y lloraba a toda hora, Por supuesto las visitas a urgencias fueron frecuentes, recuerdo llamar al pediatra y decirle, el niño no para de llorar, respuesta del médico, un niño recién nacido puede estar llorando con normalidad hasta tres horas, respuesta terrible, no se me olvidará nunca, no había quien lo aguantase. así que recuerdo que cuando me incorporé a trabajar a los tres meses y medio, parecía que me bebía dos botellas diarias de whisky , estaba totalmente ida, muerta…
Divertidisimo los días que consigues salir con el carro, entre toma y toma, no puedes ni tomarte el café, y tienes que hacer filigranas para ducharte o cualquier otro quehacer. Cuando consigues salir a la calle, la primera señora que te encuentras te dice, ¿estás embarazada?, y respondes, acabo de parir hace tres días, la siguiente te comenta que si es tuyo, por que no se te parece nada, y así todo muy positivo, pero al fin y al cabo tienes a tu primer hijo sano y salvo y es lo que importa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario