La alimentación a los 50, ¿cómo mantenerte en forma?
Lo más importante es olvidarte de las dietas, y convertir tu alimentación en una rutina, hazla personal, escucha a tu cuerpo, el te dice lo que te sienta bien y lo que no te sienta bien.
Es importante las cinco a seis aportaciones de desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, antes de acostarse, distribuyendo los nutrientes de diferente manera y en distintas proporciones.
También es esencial la aportación de agua, al menos tres litros al día.
DESAYUNO: fruta piezas que contengan vitamina c, como el kiwi, naranja y fibra como la piña.
Cereales, salvado de trigo, avena, frutos secos, semillas de chia, sésamo...
bebida de soja, avena, arroz, y si no se puede sustituir por la leche, hacerlo con leche sin lactosa.
ALMUERZO: fruta como manzana, uva, plátano y galletas tipo integral.
COMIDA: Alternar ensaladas de todo tipo, o plato de pasta, o arroz, también el cuscús y la quinoa.
Solo dos veces a la semana pescado y dos veces carne, utilizar poco aceite y de oliva virgen extra.
En las comidas utilizar picantes naturales tiene efecto saciante.
la fruta se puede añadir a las ensaladas.
los frutos secos también.
Deberás calcular las cantidades según el gasto calórico de la actividad del día.
Teniendo en cuenta que cuándo sientes debilidad, o en periodos como los menstruales conviene aportar proteina animal, es importante que las carnes sean de calidad, cómo la ecológica.
MERIENDA: Fruta, galleta.
CENA: Intentar no tomar ensaladas por la noche por que se digieren peor, es mejor tomar verdura cocida o rehogada.
ANTES DE ACOSTARSE: viene bien tomar un vaso de bebida de avena, soja, arroz, o leche sin lactosa con cola cao light o una infusión como manzanilla o tila, para conciliar el sueño, también la manzana, es saciante y digestiva.
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