sábado, 21 de diciembre de 2019

BONITA NAVIDAD.



Por qué no soñar en Navidad?. Soñar todos los días con la luna y las estrellas, disfrutar de vivir de estar de existir. De compartir tu espacio y el aire que respiras, de hacer sentir bien a los que se prestan a ello, a los que lo necesitan, a los que te lo agradecen con una mirada de confianza.
¿Por qué no soñar con una vida de colores vivos y brillantes?. Donde el cielo luzca limpio y aseado, el mar cristalino, lleno de peces diversos. En el que desaparezcan los humos y la contaminación. Donde las personas nos responsabilicemos de él y no marquemos nuestra existencia con la mancha alquitranada del descuido y la grosería.
¿Por qué no soñar con empezar de 0? aprender lo más esencial de la vida. El amor verdadero, ese que sale de las entrañas, es generoso, altruista.
¿Por qué no soñar con abrazar de nuevo, con los regresos y los besos?
¿Por qué no compartir la navidad y cada día de nuestra vida con los que se fueron?. Nos dejaron un espacio libre pero el corazón lleno, se marcharon físicamente pero conviven con y dentro de cada uno,  lo sentimos cuando nos abrimos a ello.
¿Por qué no disfrutar de todo y sonreír a la vida?. No hay mejor regalo que la vida misma, el poder respirar es ya nuestro mayor agradecimiento. 

FELIZ NAVIDAD.

martes, 26 de noviembre de 2019

EXTREMO DURO.

Rodrigo siempre tenía preparados en el estuche bolígrafos negros de punta fina, por si Enrique se lo pedía para los exámenes. Siempre lo hacía, contaba con ello.
Mientras Enrique se fijaba en Laura, sin pestañear. En su pelo y su cuerpo adolescente, despuntaba un cuerpo muy sexy. Rodrigo cada día estaba más enamorado de Enrique, de su pelo negro ondulado y de ese culo que marcaban sus vaqueros desgastados. Algo que le hacía soñar continuamente y que dibujaba en su cuaderno de los dioses del Olimpo . Allí estaba él, todo poderoso con esa barba de tres días, vestido con túnica blanca y un hermoso tridente.
Cuándo llegaba a casa limpiaba los bolígrafos para que siempre estuvieran impolutos para Enrique.
Aunque él solo tuviera ojos para Laura.
Pasó el tiempo y llegó el día de la graduación. Al final de la celebración en el salón de actos del instituto, se abrazaron todos por sugerencia protocolaría del equipo directivo, pero el abrazo de Rodrigo a Enrique duró lo que el de todos, aunque para Rodrigo fue eterno. Fue la recompensa a toda la tinta prestada en esos bolis de punta fina, y a toda la que gasto dibujando a Enrique como un dios fuerte y musculoso.
Fue también la despedida de los deseos fundados y alimentados con la rutina diaria, en el anhelo de fraguar algo unidireccional, que nunca sucedió, únicamente en la mente adolescente, en la ilusión, en idolatrar, en el soñar a diario.
Rodrigo estudió restauración en la universidad de Bellas Artes en Madrid. Se presentó a una oferta de empleo para el museo del Prado y la consiguió. Trabajaba de ocho de la mañana a seis de la tarde.
Alquilo un piso cerca de la zona del museo e iba a comer todos los días al bar del camino.
Con su primer sueldo se compró a extremo duro, un gran danés que lo era todo para él. Tenían una complicidad increíble. Extremo duro era la abnegación más absoluta con su dueño, le recibía con un abrazo, salían a dar un paseo y se comían la barra de pan a medias.
Rodrigo se lo llevaba a comer al bar el camino, le dejaban comer con él en una mesa en la terraza, era cortesía por ser tan buen cliente. Extremo se portaba genial, salvo el dilema de su tamaño. Rodrigo le enseñó a enrollarse para que ocupase lo menos posible.
El día 23 de diciembre como todos los días Rodrigo, después de trabajar abrió la puerta y Extremo no fue a buscarle. Le vio tirado en la entrada encima de una manta que tenían en el salón para taparse los días de mucho frío. Rodrigo corrió hacia él, todavía estaba caliente, pero no respiraba. Se abrazó a el animal desesperado. Hubo unos momentos que le pidió irse con él.
- No me dejes!..No me dejes!.
Llamó al veterinario de urgencias pero nada pudieron hacer. Una muerte súbita.
No paraba de preguntarse por qué, pero la respuesta de la vida era de los más mezquina.
Por que sí...
El día 24 de diciembre, día de nochebuena, Rodrigo se levantó pronto para recoger las cenizas de Extremo duro. En el camino se encontró un puesto de un nigeriano con mariconeras y se compró una para meter las cenizas del perro, así no tendría que quitársela nunca.
Después se fue a trabajar, no quería coger el tren para ver a la familia, estaba muy compungido, triste, y para nada quería aguarle la fiesta a su madre. Le dijo que un compañero había perdido a un familiar y él le hacía el turno del 24.
Salió de trabajar a las tres con la soledad de no tener a su amigo, no fue a comprar el pan, ni a pasear.
Se fue al bar el camino y esta vez entró hasta dentro. Era un bar con una barra muy larga que finalizaba en un pequeño comedor. Era mucha la gente que comía en la barra, con las prisas adheridas a sus venas. Madrid es lo que tiene.
En medio de la barra un cartel que ponía servicio lento. Rodrigo preguntó por qué ponía eso. El camarero de la primera parte de la barra le dijo que el camarero era muy simpático pero que era ciego. A pesar de eso la barra por ese lado estaba llena. Se dirigió allí y se hizo un hueco. El camarero llevaba gorra y gafas redondas de sol a lo John Lennon. Rodrigo dijo:
- ¡Buenos días!.
El camarero sacó un paquete con un lazo y se lo dejó a Rodrigo en la barra.
- ¿Que es esto?, preguntó Rodrigo.
El camarero respondió:
- En Navidad no se pregunta, solo recoge respuestas que la vida te vaya regalando.
Rodrigo abrió el paquete. Se sorprendió, era un estuche de bolígrafos negros de punta fina.
Inmediatamente supo quien era. ¿Que le había pasado a su amado Enrique?, ¿Que hacía allí?,
Enrique sabía que Rodrigo comía con Extremo duro todos los días en el bar, había escuchado su voz en varias ocasiones y esperó que llegara el momento.
Rodrigo esperó que saliera Enrique de trabajar para contarle tantas cosas. Se fueron a pasear
Enrique se quedó ciego en un accidente de moto. Tuvo que dejar el trabajo de comercial y el bar el camino le ofreció ese puesto por que entre otras cosas desgravaba. Además había sido su motivación para superar todos los obstáculos que era una ceguera en la madurez.
Su abuelo murió pensando que se había quedado ciego de tanto masturbarse, ya que no le había conocido nunca pareja. Enrique descubrió en la universidad que sus apetencias sexuales no eran las que pensaban sus padres.
Apareció una complicidad entre ellos en aquel paseo que les hizo encontrarse en el bar Del camino muchas veces. Tantas, tantas que ya dejaron de contarlas.
A las navidades siguientes, el día 23 fue a buscarle Rodrigo al museo con algo envuelto entre sus brazos, movía las orejas y ladraba. Cuando lo vio Enrique se abrazó a los dos. Entonces lloro de emoción y gratitud.


lunes, 25 de noviembre de 2019

SIN COMERLO, NI BEBERLO.

Sábado por la tarde, noche. Llueve y hace viento. En casa se está muy bien. La fuente luce maravillosa y hace una sombra en el techo del salón que relaja la vista. Ya hay pocas cosas que relajen la vista, el olfato, el tacto y el oído. Por eso mi casa es como un jardín de la edad media, escuchas el agua correr, y si te apetece enciendes la chimenea y la luna. No es lo mismo pero me compré una preciosa luna que puedo poner del color que me plazca. Tengo una edad para agradecer y desear, me merezco comprar me la luna y las estrellas. 
Además no se puede estar mejor un sábado por la noche que rodeada de tus cuatro hijos, cada uno en un cuarto a veces y otras todos en el salón disfrutando de ese aire familiar que nada vicia y que solo consolida los lazos del amor verdadero. 
A todo esto, suena el whatsapp. No lo puedo creer, es una compañera de trabajo. Flipo con lo que me pone. 
- Hay una persona interesada en ti.
le respondo:
- ¡ Que dices!.
No entiendo nada, ¡Que rollo!. Ya me vi en una de estas encerronas y salí por donde pude, vaya marrón. No por favor!
Al cabo de un rato me pone:
- ¡Es policía!, si te ponen los uniformes, te va a encantar.
Me dio literalmente dolor de estómago. No pertenezco a ningún tipo de red social de contactos, no me interesa nada. ¿por qué contar conmigo?. Sin comerlo ni beberlo,  usurpan mi tiempo de relaxing.
¡Que pereza!.
Mi contestación:
- No, gracias.
A la mañana siguiente me voy a correr una hora y a la vuelta, mañana del domingo voy a comprar el pan. Me encuentro a la dueña de la noticia poco tranquilizadora de que hay un interesado por mi.
Me cuenta que estaban en una cena, aparece un amigo de uno de los comensales y dice que le busquen alguna pareja. La ONG se pone en marcha, y mira por donde piensan en mi. Incluso le enseñan mi foto de perfil.
¿Que piensan estas señoras?, que por estar divorciada, estar de buen ver, estoy aburrida y necesito un Paco Rabanne en mi vida, una relación para colmar la soledad que no tengo, que no padezco. 
Que estoy de puta madre sola.
Cuando me sienta sola, me compraré un bicho o lo adoptaré. No renuncio al amor, pero el amor se escribe con mayúsculas en este corazón maduro y elitista. Solo la química, la física y la aerodinámica podrá romper este muro de confort. 

sábado, 23 de noviembre de 2019

EL SENTIDO COMÚN.

Se me acaba de borrar la historia que acababa de escribir, que sensación más asquerosa. Voy a confiar que mi mente sea capaz de escribirla igualmente de nuevo, Tengo una sensación de rabia que me está cargando como una cafetera. No se si sacudir el ordenador, meter la cabeza en el disco duro, a ver si la encuentro. Ahora mismo carezco de sentido común. Ese sentido que no está dentro de los cinco y que paranoia bastante, ya que es como el tribunal de inquisición, que cuándo no hace lo que está reglado te castiga con el rumiar sin parar, te bloquea y crece en ti un sentido de culpa, que castiga monopolizando tu mente, que a pesar de estar encerrada en una carcasa dura, es totalmente permeable y perceptible a la enorme fatiga de todo lo que acontece fuera. Por tu culpa, por tu gran culpa.
¿Porqué habré pulsado el puñetero botón que no debía?. 
Aquí empieza de nuevo la historia. Quizás era un aviso de que era una mierda y no merecía la pena contarla, vosotros juzgaréis.
Era la noche del sábado. Sol no tenía planes, para variar. A esas horas suele estar en casa con las zapatillas mullidas de leopardo y el pijama de franela. Le gusta leer, está terminando El amante japonés, de Isabel Allende.
Hace tiempo que tiene la aplicación de meetic, pero no suele quedar ni whatsappear con nadie, su sentido común le dice que es perder el tiempo, un bando de lobos en busca de lobas u ovejas que devorar. Aún así le recrea echar un vistazo y ver los perfiles que se presentan, algunos tan tuneados que su encuentro puede ser una gran sorpresa. 
La aplicación se enciende y aparece Luis, rubio, pelo rizado, musculoso, con enormes ojos azules. Sobre su pecho una medalla de oro. Le da al zoom y pone olimpiadas Munich 72.
Un mensaje que dice:¡ Quiero conocerte Sol!. Sol sintió una gran curiosidad, nadador, olímpico del 72. Está claro que era un anciano. ¿Que querría de ella?.
Le contesta y carente de sentido común le dice que dónde quedan.
Se ponen de acuerdo y lo hacen en un bar de carretera en la gasolinera del Carrefour. 
Ya eran las 10 de la noche, hacía frío. Sol se puso delante del armario, decidió ponerse unos vaqueros, jersey oversize rosa fucsia y unas playeras blancas.
Cuándo entró en la cafetería, vio a un señor muy bien vestido con una gorra, abrigo gris. Estaba sentado. Su gesto era sereno y lo primero que pensó es que detrás de él estaba aquel rubio, rizoso, musculoso.
llevaba la medalla. La había convertido en un precioso broche que lucía de manera muy elegante. Todavía guardaba la percha de haber sido grande y corpulento. 
Me llamó Luis. Si, si dijo Sol. Se levantó y le puso la silla como caballero cortés. Se acercó el camarero y pidieron la misma infusión, un rooibos de frutos rojos. 
Empezaron a hablar de manera fluida. Sol era profesora de secundaria de economía y Luis fue nadador olímpico y ejerció de médico hasta que se jubiló en un pueblecito de montaña de león.
De esa zona eran mis bisabuelos dijo Sol. Tienen una preciosa historia, aunque muy triste. El viejo pareció muy interesado y le dijo que por favor se la contase.
Vivían en una pequeña aldea de Castilla-León. El era médico y ella maestra, tenían a mi abuela de tan solo tres años. Mi abuelo había acudido al auxilio de los heridos de guerra de los dos bandos en la guerra civil.
Una mañana de Abril, mi abuelo iba a visitar a un vecino enfermo, ya moribundo cuando aparecieron dos coches y lo arrestaron. Eran republicanos. Mi bisabuela no lo dudó, cogió su bici, a mi abuela la sentó en la cesta y persiguió a los coches, como era campo a través consiguió alcanzarlos. Cuándo llegaron a un muro donde estaban otros vecinos hacinados contra él, en frente un pelotón de fusilamiento. Mi bisabuela dejó a mi abuela con una vecina que había salido también detrás de su marido arrestado. Corrió hacia el muro y abrazó a mi bisabuelo, tanto tanto que entre los dos no había línea de separación. Se hizo un silencio,
hasta que se escuchó ¡fuego!. Las balas los atravesó a los dos, cayendo desplomados juntos... y así los enterraron.
A su abuela la crió esa vecina viuda con la ayuda anónima de alguien que nunca supo quien era. Todos los meses le enviaba dinero para su manutención. Dinero suficiente para que tuviera una buena educación y no le faltara nunca de nada material, ya que la vida le había arrebatado lo que más necesitaba el amor de sus padres.
El viejo no pudo contener las lágrimas a pesar de tener el síndrome del ojo seco. Espero unos segundos hasta que le contó la historia que siempre le contó su padre. Esa historia que nunca le permitió sonreír del todo. Nunca olvidaría las caras de los amantes en el paredón de fusilamiento, como el amor se desfalleció y sus miradas se apagaron entre el estruendo de unas balas que arrebataron el amor. Su padre se ocupó de que a esa niña no le faltara de nada nunca. 
Luis vio algo en la foto de Sol que le hizo lanzarse a mandarle ese mensaje. 
El sentido común nunca los hubiera unido. Se abrazaron y quedaron los miércoles para comer y los domingos iban al mercadillo, después a tomar un blanco, ese que tanto le gustaba a Luis. A Sol le encantaba escuchar sus batallitas, esas de las que tanto aprendía. 
Encontraron una historia que les unía, un final que consiguió que Luis lograra ponerle sentido común a lo que en el pasado ocurrió y que nunca lo tuvo.
Sol, se convirtió en esa luz que motivaba sus pocas salidas durante la semana. 
Su madre le puso Sol, buscando la alegría que nunca encontró en los ojos de la suya, siempre tristes.



miércoles, 20 de noviembre de 2019

EL ALBAÑIL

Sofía, era enfermera, cinco hijos y una custodia compartida. Su ex marido médico especialista en cirugía estética. Vive desde hace ocho años sola, aunque cada quince días llegan sus chicos, tres niños y dos niñas, todos en edad adolescente menos la pequeña de tan solo cuatro años, la única que no es de su ex marido, si no de una intensa relación con un compañero de trabajo con el que estuvo tres meses, con el que no llegó a convivir. Nunca se quiso hacer cargo de la criatura. 
Pero su ex marido la acogió como si fuera suya, ya que sus hermanos no querían separarse de ella, esos quince días y Pepe entendió que lo mejor era que estuvieran juntos. Así lo acordaron y Ada que es como se llama la niña nunca lo cuestionó, no calculó, no pensó, no relacionó. Lo dio por hecho.
Sofía sabía que llegaría la hora de aclarárselo. Pero sería a su debido tiempo.
Una situación tan difícil de sostener, se convirtió en algo fácil de llevar. Además ella tenía tiempo para ella misma, correr, pasear, leer y adentrarse en lo que más le gustaba de su profesión. La humanidad al atender a los enfermos, los cuidados del alma, la sutileza al tratar los casos, la mirada de confianza de que todo saldrá bien. Todo ello le hacía ser alguien muy especial, que tanto para los enfermos como para los compañeros no dejaba de ser imprescindible para que en su planta existiera el buen humor, el ambiente positivo y las ganas de hacer, de ayudar, de descubrir, de amar. Volcar todo ese amor que tenía y que no podía dar a sus hijos en esos 15 días, que tanto le costó rellenar. 
No contaba en su día con que todo se acabaría y hasta que emprendió el vuelo de nuevo con un piloto distinto, tuvo que pasar el calvario de encontrar los recursos para volver a vivir con las mismas ganas que antes, encontrarse a sí misma, quererse, y saberse importante en un mundo que no había compensado su entrega y le había quitado la poca prepotencia que podía tener por no pertenecer a una vida femenina en la India, África, China o cualquier parte del mundo, donde a la mujer se la veja, se anula y se la destruye.
Llegó a casa, eran las 2,30, fue a darse una ducha. El día había sido muy duro. Un paciente con el que tenía mucho feeling, del que había aprendido mucho y con el que por sus circunstancias había compartido mucho tiempo. Había fallecido por la noche, no se llegó a despertar. Sofía estaba triste y relativamente contenta ya que murió como quería, quizás en un bonito sueño.
El agua salía helada, se le estremeció todo el cuerpo, tornándose rígido como una piedra. Salió con gesto contrariado, movió las llaves del agua, miró envuelta en una toalla el calentador, pero nada.
Se vistió como pudo, abrigándose con un chándal y se puso una pinza en el pelo. Bajó a llamar a un fontanero, se dio cuenta que la lluvia había calado su habitación, debía de ser de una fisura del tejado.
Fue a comprobar la cadena del váter y no iba, además de que parecía perder agua a todo tren. 
Se levantó un fuerte viento y se desplomó el toldo de la terraza.
Se tiró en el sofá y le empezaron a brotar unas enormes lágrimas. Ahora la inundación estaba dentro de ella, no paraba de llorar. Estaba harta de contenerse y su casa le estaba haciendo un favor, le estaba ayudando a desahogar. Su energía, estaba produciendo un tremendo estruendo.
Cuando se calmó llamó a su administrador y le dijo que le enviaba un albañil. A las dos horas llegó, se saludaron, quizás las miradas se cruzaron en unos segundos y se esquivaron, había algo entre los dos que les intimidaba. 
Para él, era fácil arreglar todo lo que para ella era un imposible. El reparó su caos, en apenas dos horas.
Su casa volvió a ser la que era. Entonces se dio un baño con agua caliente de esos que relajan cada musculo de un cuerpo abatido. Se hizo una rica infusión de esas que huelen a bosque y frutos rojos,  cogió su ebook y se sumergió en su último libro No culpes al Karma de lo que te pasa por gilipollas.
De Laura Norton.

martes, 19 de noviembre de 2019

SABÍA QUE OCURRIRÍA.

Sabía que ocurriría, lo soñé el otro día.
No esperaba a nadie en este lugar,
pero la magia se coló por la ventana,
cuando la dejé entreabierta, el se coló.

Su mirada me abrió una puerta de hierro
de ese forjado por un herrero convencional.
De los que miman cada pieza con corazón,
inhalan y exhalan meticulosamente.

Para perfeccionar cada detalle y que sea 
única y especial. No una puerta cualquiera,
no una puerta más. Cada vez que se abra,
o tal vez se cierre, hará un ruido exigente.

Exigente de fuerza, de ganas, de impulso,
de querer entrar, de no quedarse en la puerta,
de querer atravesar, dar pasos hacia dentro
y cerrar, queriendo abrirla de nuevo 
una y mil veces más.

sábado, 16 de noviembre de 2019

SI, PERO NO.

¿Por qué me dijiste ven, si querías que me marchase?
¿Por qué me mirabas, si tenías los ojos cerrados?.
¿Por qué temblabas a mi lado cuando te daba calor?,
¿Por qué me susurrabas los te quiero sin escuchar los míos?

¿Por qué me llamabas para hablar, cuándo enmudecías?
¿Por qué tu pensamiento dio la espalda a tus palabras?
¿Por qué me regalabas la luna llena, para dejarme a oscuras?
¿Por qué la arrancaste de mis noches, para lanzar la y 
no poder alcanzarla?.

¿Por qué entrabas por la puerta y a la vez salías?
¿ Por qué me esperaste en ese puerto sin buscarme con la vista?
¿Por qué me dijiste sí, cuando era no?
¿Por qué me dijiste sí, cuando era no?.

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD. (CHARLES CHAPLIN)

Cuando empecé a amarme a mí 
mismo, descubrí que la angustia y 
el sufrimiento emocional son solo 
señales de advertencia de que 
estaba viviendo en contra de mi
 propia verdad.
Hoy, lo sé, esto se llama AUTENTICIDAD.

Cuando empecé a amarme a mí
mismo, comprendí lo mucho que  
puede ofender a alguien cuando
trato de forzar mis deseos sobre 
esta persona, aunque sabía que no 
era el momento adecuado y que la
persona no estaba preparada para 
ello, y aunque esa persona era yo.

Hoy lo llamo, RESPETO.

Cuando empecé a amarme a mi
mismo, comprendí que en cualquier
circunstancia, estoy en el lugar
correcto en el momento correcto, y 
todo sucede en el momento exacto.
Entonces puedo estar tranquilo.

Hoy lo llamo CONFIANZA.

Cuando empecé a  amarme a mí 
mismo, me liberé de todo lo que no
es bueno para mí salud...comida,
gente, cosas, situaciones y todo lo 
que me deprimía y me alejaba
de mi mismo. Al principio llamé a esta
actitud un egoísmo saludable.

Hoy sé que es AMOR A MI MISMO.

Cuando empecé a amarme a mi 
mismo, me di cuenta de que mi 
mente puede perturbarme y 
enfermarme. Pero cuando la 
conecté a mi corazón, mi mente se
convirtió en un valioso aliado.

Hoy se llama a esta conexión
SABIDURÍA DEL CORAZÓN.

Ya no necesitamos temer 
discusiones, confrontaciones o 
cualquier tipo de problemas con 
nosotros mismos o con los demás.
Incluso las estrellas chocan y de su
choque nacen nuevos mundos.

HOY SÉ QUE ESO ES VIDA.

viernes, 15 de noviembre de 2019

EL LENGUAJE DE LA LLUVIA

Las palabras de la lluvia cuándo gotas el cielo deja caer,
cuándo se estremece por la ausencia del sol al amanecer,
de la serenidad pasa a ser un firmamento compulsivo ,
un oscuro cielo muy enfadado y nervioso, a la vez.

Se cierra, se bloquea, se entristece y se enfada tanto,
tanto que convulsiona con fuertes relámpagos, truenos.
Aumentando la tensión de las nubes que se embisten entre ellas,
cegadas por la oscuridad, no hay sitio en el cielo para el azul.

Entonces, cuándo ya no puede más, la condensación aprieta,
hasta reventar, se suelta, se deja, se relaja, se abandona.
Dejando caer una lluvia fuerte que quiere dejar huella,
sobre un suelo impermeable a los golpes, al desasosiego.

Entonces inunda hasta desbordar, moja hasta empapar,
arrasa hasta arrastrar y no ve, ni siente, ni padece, ni quiere
está bloqueado, ha perdido el sol y las estrellas.
solo le queda esperar a que pueda aparecer un arco iris...

Y volver a empezar.

martes, 12 de noviembre de 2019

DUERME MI VIDA.

Duerme mi vida, siempre estoy contigo
me reflejo en tu mirada atrapada,
en el pensamiento de la luna fatigada.
Esa que se quedo menguante desconsolada.

Duerme mi vida, duerme, mientras te doy mi calor.
En tus manos me pierdo, de tanto amor.
Acaricio tu piel y noto tus latidos,
que me hacen perderme en el silencio abatido.

Duerme mi vida, te miro y te adoro,
Noto como se ralentizan tus respiraciones,
Me cobijo entre tus brazos crecientes,
ahora me rodean, adheridos a mi vientre.

Duerme mi vida, te mecen mis palabras,
mi cálido mirar, despejando esas nubes
que rodean tu frágil firmamento,
agárrate a tus estrellas, que son tu Pilar.

Duerme mi vida, nada se perdió, estamos aquí
buscándonos entre espacios distintos,
tocándonos en dimensiones distintas
queriéndonos, superando lo desconocido.

sábado, 9 de noviembre de 2019

LOS TÍTULOS DE CRÉDITO EN EL LIBRO DE LA VIDA.

En mi película existencial que sigo rodando hasta que me vaya, voy añadiendo nombres a los títulos de crédito. A estas alturas de la película algunos que ya no actúan en ella, siguen apareciendo a fuego y siempre lo harán. Marcaron cada diálogo y fueron tan relevantes como ahora lo siguen siendo sin estar. Ahora con ellos mantengo un diálogo interno e íntimo. Las palabras no resuenan entre paredes, suenan en mi interior y fortalecen mis vísceras. Actores y actrices tan maravillosos, tan peculiares, tan únicos, se desenvolvieron en guiones tan difíciles y me dejaron como mi abuela un relevo generacional. Al dármelo, me dio la fuerza, el coraje, las entrañas de revolverme contra la injusticia y la capacidad para reponerme y recuperar la dignidad, cuando los malos de la peli, intentan quitármela. Otro personaje, el de mi padre. Me dio la capacidad de buscarme entre todas las incógnitas que me dejó por descubrir. Un crucigrama complicado que debía resolver tras su marcha.
Una amiga mucho mayor que yo, me avisó que esta peli se filma una sola vez, en cada escena tienes muchas posibilidades. Las tomas las eliges tú, pero tras el fin del rodaje, no hay marcha atrás. Rodaras otras pelis, pero ninguna igual que esta. 
Y así un sinfín de personajes. Algunos a pesar de los años todavía siguen conmigo y lo agradezco tanto, otros se marcharon renunciando al final de la trama, aunque fue duro decirles adiós, hoy respeto su decisión y veo que no eran imprescindibles para que yo siguiera realizando mi papel, el que me ha elegido por elegirlo yo a él sin saberlo.
Así pues estoy complacida y agradecida de poder seguir con este guión, es un privilegio,sabiendo que a muchos les gustaría estar en los títulos de crédito de esta mi película, y solo están los que despiertan mi admiración.

viernes, 8 de noviembre de 2019

REMAR EN UN MAR DE BARRO

Remar en un mar de barro,
cuándo la mente es gladiadora.
luchar cuando nada parece fluir,
solo tú en la piel de una gaviota.
Vuelas tan alto que solo ves el cielo,
no hay problemas que no se puedan resolver.
remar en un mar de barro,
de los que no reman y se dejan caer.
Remar aunque te duelan los brazos,
a pesar de impactar en glaciares,
esperar que se derritan que se deshagan,
encontrar una ruta de agua dulce,
que te hipnotice con el resplandor de sus aguas, 
ver reflejado un precioso bosque.
Remar en un mar de barro,
frenar y caer agotado, caminar con los ojos 
e intentarlo con las manos,
mientras las piernas naufragan y se hunden 
en el barrizal de ramas, rocas y problemas.
Remar en un mar de barro, 
donde el querer parecer es lo importante,
donde pasar desapercibido es lo interesante.
donde hacer ver que todo marcha es lo valiente,
y enfrentarse a los retos, lo cobarde.
Quizás...
remar en un mar de barro,
me haga pensar y pensar, 
que aunque navegando me deje la vida,
no debo jamás de parar, 
por que el sentido lo encuentro buscando en ese mar.

martes, 5 de noviembre de 2019

SEIS DE LA MAÑANA


Son las seis de la mañana. A esa hora hay un silencio profundo, todo el mundo duerme alrededor, la casa tiene rincones para tomarte un café sola y tumbarte a meditar. Respirar profundo para emprender un nuevo día. Tienes planes, objetivos que cumplir, obligaciones y muchos debes, pero siempre está lo incontrolable, lo fortuito, lo casual que gracias a la experiencia sueles solventar sin más importancia.
Vivimos en el querer ser feliz, en el  poder de la energía, en el pensamiento positivo, en la visualización de todo aquello que queremos conseguir Vivirlo en nuestra mente garantiza una estadística muy alta para conseguirlo, verlo mentalmente facilita la consecución de cualquier objetivo. Así si tienes que exponerte en público, visualizarte en esa situación, imaginar las preguntas que te pueden hacer sobre el tema del que vas a hablar te ayuda a adaptarte, y hacerlo con éxito. 
Visualicemos nuestro día de hoy, imaginemos que todo lo que hacemos por pequeño que sea lo cumplimos según nuestras expectativas, agradeciendo lo que ya tenemos y somos, con lo que contamos y si no es así visualicemos que lo volvemos a intentar.
Son pequeños pasos que a las seis de la tarde hemos conseguido, empezamos a sentirnos bien por haberlo intentado, por creer que podíamos hacerlo, sin juicios de valor si no lo hemos alcanzado todo. No es la rueda de un hamster, no basta con ponerse de pie y caminar, no vale con abrir la puerta y salir. Lo importante es salir a conseguirlo y si no es así, salir de nuevo una y otra vez. Una y otra vez, una y otra vez.

lunes, 4 de noviembre de 2019

TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS. EL CUADERNO DE SARA (CORTO DE CINE)

El primer título de este corto fue: Todos para uno y uno para todos.
Segundo título posible: EL CUADERNO DE SARA
Sara, no habla apenas . Desde muy pequeña descubrió el papel y lápiz. Observa continuamente lo que le interesa y lo plasma en su cuaderno. Da igual donde esté. En el autobús, por la calle, o en el instituto. Siempre dibuja lo que llama su atención.
Desde principio de curso, Sara se fijó en Tomás, siempre con su capucha, con la que apenas se le veía el rostro, sus pasos sigilosos y una soledad que en instituto estaba penalizada por estar custodiado solo por él mismo, por no encajar en ningún grupo, en nínguna pandilla.
Sara casi siempre estaba cerca de él, mientras él la ignoraba, no era consciente de su existencia. No se había fijado en ella y ella era la persona que más sabía de él en el instituto. Siempre le estaba observando. Era un secreto manifiesto en sus dibujos, tan claros, tan expresivos. Una prueba irrefutable del calvario que vivía Tomás, el bullying.


ESCENA 1: A las 8,10 llega Tomas al instituto. Le trae su madre que entra a trabajar en el banco a las 8,30. En el coche el chaval responde a su madre con monosílabos, al llegar sin decir hasta luego  cierra la puerta del coche con desgana. Su madre le pita para que la cierre bien, le llama por la ventanilla, el vuelve la cabeza un poco huraño, cierra la puerta de un portazo y mueve la mano para decir adiós, sin mirar.
T va vestido con un vaquero y una sudadera con una capucha que siempre lleva puesta, los cascos y la música que más le gusta. Siempre Eminem.
ESCENA 2: Va andando hacia el centro con la mochila a cuestas y ya escucha: ¡tomate!, ¡tomate!. Le empieza a temblar el pulso y sus flacas rodillas. Empieza con su tic en el ojo, mira hacia atrás preocupado, acelera el paso y se mete en el IES Manuel Gutierrez Aragon.
ESCENA 3: Se queda al lado de la cabina de los conserjes, no sabe que hacer, suda y se le resbalan las gafas. Mira hacia el suelo esperando que se convierta en una pantalla y cambie la película. De pronto está en su cuarto de videojuegos, los malos son los cabrones que le hacen bullying, sin pestañear se los carga a todos. El timbre le despierta de su huida, y  empieza a subir la escalera a clase.
ESCENA 4: Mientras sube la escalera, un fuerte empujón, nota como algo se escurre entre sus piernas, está frío, su mochila gotea. Cuándo entra en clase la gente se ríe. ¡Tomas se ha puesto con la regla!. Deja la mochila en el suelo y corre al baño. Todavía no ha llegado la profesora de historia.
ESCENA 5: Llora en el baño, se da un cabezazo contra la puerta, mientras un compañero tras la puerta le habla y le anima a salir. Tomas está roto y nada le consuela. Llora sin parar.
Así día tras día, sufre todo tipo de vejaciones, nadie lo ve, solo Eric que siente la impunidad de los culpables. Todo el mundo lo sabe y nadie dice nada. Miedo a sufrir lo mismo, a tener lo mismo que tiene Tomas, ese algo que enciende a los capullos a aprovecharse de la debilidad de un niño que no sabe cómo defenderse.
ESCENA 6: Eric, se mueve en las redes sociales como pez en el agua, escribe la historia de Tomás desde el anonimato. Crea una plataforma contra el bullying. Todos para uno y uno para todos.
ESCENA 7: Eric se pone en contacto con Rudy, su amigo de siempre, con él tiene mucha complicidad y quedan muchos ratos para hacer lo que más les gusta parkour. Tienen una pandi. Son chavales autodidactas, que aprenden de tutoriales de youtube y se arropan.
ESCENA 8: Hacen una aplicación contra el bullying para el móvil. Todos los que quieran luchar contra esa lacra, están invitados a llevar la aplicación, se encenderá cuando alguien pulse el botón de alarma, inmediatamente aparecerá su localización. Tras él irán todos para gritar a los cobardes. Todos para uno y uno para todos.
ESCENA 9: Eric habla con Tomas, le dice que han hecho una aplicación para erradicar el bullying, ya que hay muchos alumnos que lo sufren. Le pregunta que si quiere participar. Tomas sonríe y le dice que si. Todos para uno y uno para todos.
Además le invita a ir a las quedadas de parkour, allí empieza a encontrar la familia de amigos que no tenía.
ESCENA 10: Tomas llega de nuevo del instituto a casa, sin decir nada se mete en la ducha. Ha tenido Educación Física y no ha podido ducharse su mochila de nuevo llena de Ketchup, con un letrero dentro que ponía Tomate. Llora bajo la ducha sin parar, camuflado por el agua, que corre por su cara, mezclándose con sus lágrimas.
ESCENA 11: todavía con el pelo mojado y sin comer(mientras su madre se ha echado un rato, confiando que Tomas está comiendo) coge la bici y se marcha al puente de Cartes, se pone de pie, mirando desde arriba, pensando en la posibilidad de cambiarlo todo, retrocede y se sienta un rato en él. Su capucha esconde su gesto triste, desolado, su cara se alarga y sus manos tapan sus ojos.
Aún así escucha los pájaros, el ruido del río, las ramas de los árboles que se mueven con el viento. En el suelo solo color naranja encendido de las hojas de un otoño nuevo.
ESCENA 12: A la mañana siguiente... Llegan los autobuses. Tomas como todos los días sale del coche de su madre sin decir nada. Su madre le grita por la ventanilla ¡te quiero!, Tomas no vuelve la cabeza aunque sí levanta la mano, haciendo que se da por enterado, pero que no le gusta.
ESCENA 13: Empieza a notar que le siguen, cada vez más cerca, tira la mochila y empieza a correr por la finca, en la carrera toca la aplicación.
ESCENA 14: Los chavales y chavalas bajan del autobús y se enciende la alarma de la aplicación, todos corren al punto de ubicación que indica.
ESCENA 15: Los que hacen parkour, realizan la persecución salvando obstáculos (ralentizar los movimientos cuándo saltan, en la carrera no se ralentiza).
ESCENA 16: Tomas está rodeado contra un árbol, que parece querer defenderle y gruñirles para que le dejen en paz. Tiene a los cobardes de frente, han cogido ramas de los árboles y se le van acercando.
ESCENA 17:  Van Apareciendo  todos los alumnos que tienen la aplicación y otros que les siguieron, se van poniendo a su lado, cada vez son más, cada vez muchos más. Todos para uno y uno para todos.
ESCENA 18: Los cobardes, tiran los palos disimulando, hacen que llegaron primero y se colocan al lado de Tomas, pero sin decir nada todos sus compañeros saben quién son y Ahora o se suman  a la causa o no tendrán escapatoria.
ESCENA 19: Tomas llega al instituto, sonríe, se despide de su madre, ya no siente el tic del ojo, tampoco le tiembla el pulso ni las rodillas, ya no tiene miedo, siente que está en un lugar seguro, se encuentra apoyado. Sigue escuchando a Eminem, a la entrada se encuentra con Eric y otros del parkour, se van andando juntos para clase.
Todos para uno y uno para todos.


Reunión nº1: (lunes 11/11/19) Nos reunimos para hablar, somos cinco, nos presentamos y hablamos de que nos ha llevado hasta aquí, el por qué de nuestro interés para participar en este proyecto.
J: tiene mucho interés en la edición.
Jn: le interesa la parte del parkour.
Marc: Quiere participar en la parte de la persecución y parkour.
A: va hacer el papel de Sara, la niña que dibuja las secuencias de bullying de Tomás.
Hablamos de las escenas y de los diálogos. J y Jn deciden que sería bueno ir por las clases y contar nuestros propósitos para captar a voluntarios que de una manera u otra quieran participar en nuestro corto de cine. Decidimos que Tomás es delgado y de mediana estatura, en ninguna toma se le ve la cara.
Empezamos a resolver problemas para conseguir nuestro fin. Tenemos mucho trabajo por delante y la incertidumbre, un cosquilleo, que parece abrir el camino que queremos recorrer.

domingo, 3 de noviembre de 2019

El PODER SOBRE EL DOLOR

Vivimos en la cultura del placer y la infelicidad, la insatisfacción y buscamos lo que no tenemos, cuándo lo tenemos todo. La cultura de la apariencia, de la gratificación externa, lo que nos produce la más terrible de las ausencias, no compartir nada con nosotros mismos, el silencio donde escuchamos las palabras mágicas que proceden de nuestro interior. Las que nos susurran  que abramos los ojos hacia dentro. Quizás por eso muchos ciegos ven más claro que los videntes, ven un futuro lleno de ilusión y encienden su interior con una luz tan potente que lo alumbra todo. El coraje de vivir, de encontrarte, de reconciliarte con tu yo más profundo. Ese que te alienta para que te levantes cuándo todo tiembla, cuando tu cuerpo no responde y tus articulaciones han desaparecido inmovilizandote.
Eres capaz de creer en ti, de acariciar la vida sin modulaciones, condicionantes que te vuelven incrédula sobre tu eres real. Un eres que defines tú, con tus actos. Un eres fuerte y a la vez sensitivo, que observa en todas las dimensiones las amenazas reales de una selva enmascarada de sociedad civilizada, sin escrúpulos, donde solo importa el placer inmediato, el dinero, la productividad, y la apariencia. 
Pero tu eres más que todo eso, tu lucha interna, tu inteligencia te lleva a creer en ti, en lo grande que eres, en lo sumamente grande, honesta, leal, positiva, perseverante, luchadora, tenaz, valerosa. No hay nada que pueda con eso. Nacimos gladiadoras de élite y lo demostramos cada segundo de esta vida. Lucharemos siempre, por que somos de esa naturaleza. ¡Nada nos parará!. La sangre que llevamos en nuestras venas, es de auténticas guerreras. No dejaremos que la traición nos mate. En el juego de la vida contamos con ello. Sabemos donde está nuestro camino, a cada paso se enciende una nueva ramificación que nos llevará al triunfo más grande de la vida. Estar orgullosa de nuestra esencia de mujer.

sábado, 2 de noviembre de 2019

DESNUDA

DESNUDA, me dejaste. Tirada en el paraíso que creamos.
Marchita me tiraste al lago de las almas tristes,
para que vagase por el fondo, arrastrándome con miedo.
Me convertiste en una vagabunda que no deseaba serlo.
Vagué sin quererlo aferrándome a la tristeza.
El desamor inundó cada rincón de mi mente, 
mi columna se convirtió en arena. ROTA, sin ganas...
de volver a reconstruirme. 
Desnuda, vagué por el pensamiento, rumiando el por qué?
una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
Cegada en una oscuridad sin salida, marchita en un jardín
de engaños. El riego era de ficción, y quizás lo que creamos.
Vi la luz después de mucho luchar contra el desengaño.
Intenté caminar con el pensamiento perdido,
intente caminar con los pies aturdidos,
intenté caminar sin fuerza, sin sentido...
Encontré una puerta que pensé no existía, 
al abrirla descubrí un paraíso increíble, lleno de manantiales,
de luz, de inmensidad. Algo que sin tu engaño nunca hubiera 
encontrado.
Al final, agradezco que me hayas vendido a LA MENTIRA, 
que este era el camino que debía encontrar.
Gracias por tus MOTIVOS, gracias por tus justificaciones, 
gracias por clavarme este dolor que me ha hecho RENACER.


sábado, 26 de octubre de 2019

EL ESPECTRO.

Erase una vez una fantasma que rondaba una casa soleada
se sentaba en el porche de la entrada, mirando a los vecinos pasar
se asomaba a las ventanas y acariciaba a los pájaros al volar.
Se adentraba en los rincones de la que un día fue su casa,
acariciaba las paredes y los techos al vagar errante.
Soñaba con volver a la realidad del mundo mortal, colándose
en la cola de las almas expectantes en tomar un nuevo cuerpo
y volver a vivir. Caminar por los bosques descalza
cruzar ríos y poder alzar la mirada nítida de quien ve sin cristales ahumados.
Era una fantasma sonriente, que disfrutaba con los murciélagos, 
acompañaba a la luna llena y la hacía tiritar, contándole historias
de amor con final feliz y fugaz.
Arrancaba estrellas del cielo para lanzarlas al firmamento y que rebotasen como las piedras que tiras en el mar,
haciendo ondas ondulantes que rizaban el abismo celestial.
Era una fantasma silenciosa que caminaba fatal,
tuvo que abandonar sus tacones para poder avanzar.
Ahora que ya no camina si no que flota en el mar, en el aire
en la vida, se porta genial. Descubrió dentro de tanta capa una
alma sonriente que a pesar de todo vaga viva por la muerte. ¿Quién dice que los 
vivos no son los muertos y los muertos  no son los vivos?.
¿El corazón puede latir muerto? cuándo no hace nada nuevo, sin pensar en cambiar, sin retarse en los duelos del soy y  del estoy por el seré y estaré. Solo lamentarse de uno mismo y de los demás. ¿Cómo se puede estar vivo matando el tiempo, que es lo más valioso entre los mortales. solo esperar que el tiempo pase hasta que el corazón se agote, aunque lleve años muerto. Entonces...
  viajando hacia tu casa, te des cuenta de todo lo que fuiste y no fuiste, de todo lo que quisiste y dejaste marchar, de todos los sueños que dibujaste en la arena y que batió el mar. Entonces ...miras sonriente atrás y te colocas en la cola de los que quieren volver a ser y estar, de los que suspiran por vivir de nuevo, por andar descalzos, por agarrar la vida en pequeños pedazos y no dejarla escapar.
Erase una vez una fantasma errante, que rondaba una casa soleada, se sentaba en el porche de la entrada. mirando a los vecinos pasar.

viernes, 25 de octubre de 2019

LA MIRADA DE CONFIANZA

Me sostuvo la mirada, concentrado, como si en mis ojos encontrara la paz,
como si yaciera en un paisaje reservado al fluir del agua de un manantial.
Me sostuvo las palabras que flotaban en el aire como las nubes sobre el mar
Me acarició con su silencio, me arropó con su tranquilidad, sin perturbación.
El tiempo no importaba, tampoco los recuerdos ni el pasado pesado,ni feliz.
Compartimos el aire, pero él me regaló el oxígeno que no necesitaba,
me regaló su presencia, su mirada, esa mirada de confianza, que tanto soñaba.
Caí en un mar de nubes, donde compartimos el calor del sol,
donde nos dimos la mano y soñamos juntos con un presente que se hacía realidad.
Nos tumbamos frente a las estrellas disfrutando de ese brillo tan especial,
Acariciamos la luna llena y la convencimos para que nos acompañase siempre,
hasta el final de nuestra existencia. Colocarla en nuestras noches, para que,
nos alumbrase junto a un puñado de velas, y la confianza de alguien que te mira con amor.


sábado, 19 de octubre de 2019

EL VUELO.

Apaga tu voz ensombrecida por la mía,
quizás te sorprenda ya que nunca la escuchaste.
tápate la boca, negándote el pensamiento,
ese que recoge los verdaderos sentimientos.

Ahora la jaula se abrió de par en par,
ya nunca podrás atrapar, a esa golondrina,
que arrinconaste en una hermosa jaula,
recortando las blancas alas peregrinas.

Ahora a miles de kilómetros de idas y de vueltas
Ahora que renace el sol en otra tierra,
cuando la luna llena sonríe de par en par
y las pequeñas estrellas iluminan cada vez más.

Grita lo que quieras, agrieta tu semblante,
que lejos de tu vera, estoy en el paraíso,
con la tranquilidad de un mar sereno,
con el timón de un barco velero, que quiso y...

que quiere descubrir nuevas tierras, 
anclarse en el mar, despertar acariciando el terciopelo
de la brisa de la costa y de la alta mar,
ya olvidado aquel viaje del que naufragué,

Apenas tengo recuerdos, parecen ser,
aunque fueron, los hice desaparecer,
Ahora a miles de kilómetros de idas y vueltas, 
Ahora renace el sol en otra tierra.


domingo, 13 de octubre de 2019

CORROMPIDO.

Corrompido, corrosivo, oloroso, amarillea, avinagra, extorsiona, abusa, apaga, arranca, arresta.
El amor, cuando no se adapta al cambio, cuando no encuentra cohesión, cuando una de las piezas de puzle se hace pequeña o gigante y deja de ensamblar con la otra pieza.
El aire cambia de brisa suave y fresca a un aire denso, áspero que araña. Las miradas apagan y las palabras abrasan. La piel ya no se eriza ni se estremece, la respiración enmudece, el corazón se constriñe y tiende a oscurecerse, bombeando con una dosis extrema de dióxido de carbono.
Tu alrededor se resiente, las plantas se sienten abandonadas por la falta de riego. Las ventanas dejan de abrirse, permaneciendo cerradas en el silencio, las voces y los gritos retumban dentro, en un circuito cerrado, viciado por la falta de intención, por la falta de razón, por la falta de agradecimientos. 
La sombra gris colorea tus entrañas y no sabes si andas o si te arrastras. 
Cuándo crees que pierdes la razón, que todos tus órganos han sufrido una tremenda batida, que solo permanece una carcasa vacía...
Se enciende una tenue luz, como una estrella fugaz, que sigues con la mirada, que intentas agarrar, corres tras ella hasta encontrarte con un precipicio, al fondo un fondo marino que descubrir. Tienes la opción de quedarte al borde del saliente o lanzarte al descubrimiento, para nunca más volver atrás.
NUNCA MÁS.



AMAR EL DOMINGO

Toda la vida odié el Domingo, a pesar de que era el único día que íbamos a comer todos juntos a una polleria cutre de Ceuta, de esas de mantel de papel, de miles de mesas de familias enteras con suegro y consuegro incluido, de vociferio múltiple, de humareda y a pesar de estar en el exterior, mala ventilación. A pesar de ser un día tranquilo, la comida era un infierno. Mi padre se cabreaba de como comíamos el pollo, con las manos por supuesto. Luego nos chupábamos los dedos. Mientras mi madre roía todos los huesos, siempre lo ha hecho, eso de la ternilla la vuelve loca. Fue una niña de la posguerra, paso más hambre que el perro de un ciego a pesar de que mi abuelo era hombre de pasta, pero austero y como se dice vulgarmente rata. Soltaba los dineros contados y con vuelta.
Mi padre iba poniéndose negro de carácter de ver el percal. En realidad no sé por que nos llevaba allí, si se ponía malo de vernos comer y del ambiente. Además nos peleábamos antes en el viaje en coche, durante la comida y el el después. Íbamos pegándonos en el coche, al final cobrábamos todos y así pasábamos la tarde del domingo anestesiados en el cuarto haciendo que estudiábamos. En realidad era un día muy anodino, que pasaba sin más y en el que la vuelta al colegio era una sensación de martirio que a penas te dejaba disfrutar de nada, sobre todo cuándo tenías examen o muchos deberes y los dejabas todos para última hora, mala cosa por que te dabas cuenta que no entendías nada y te acostabas sin hacerlos suplicando que el profesor no se fijara en tu nombre y te sacara a la pizarra a hacerlos. Un riesgo que había que correr, que te iba hacer sudar y odiar aún más el domingo.
Hoy, dejando todos esos recuerdos atrás. El Domingo es mágico, son veinticuatro horas para aprovechar en lo que más te guste, prepararte mentalmente para disfrutar y preparar la semana para empezar con una mente fresca y con ganas de trabajar. 
Feliz Domingo.