Si controlamos nuestra
respiración, controlamos nuestros impulsos, nuestros pensamientos, nuestros
latidos, nuestra calidad de vida durante todo el día y la noche. Nacemos con un
golpe brusco para hacernos respirar, y a partir de ahí nos olvidamos. Sabemos
que cuando algo nos preocupa los ciclos respiratorios son más cortos, y por eso
de vez en cuando necesitamos una inspiración profunda. Sabemos que cuando nos
dicen algo que no nos gusta entramos en un bucle negativo, que también
entrecorta nuestra respiración, está a merced del cliente social de turno que
según haga o diga de modo inconsciente nuestra respiración va a responder.
¿Por qué es importante ser consciente
de cómo respiramos?, ser conscientes de nuestra respiración nos permite
controlar si todo va bien o no y poner recursos y herramientas para realizar
los reajustes necesarios para que todo vuelva a ser positivo, es decir podamos
ventilar con calidad, y no realizar pequeñas respiraciones que no nos permiten
oxigenar el cuerpo lo suficiente. Y favorecen nuestro círculo de negatividad. Liberando nuestra mente.
Si te levantas por la mañana
contento, al salir a la calle te cruzas con alguien que lamentablemente te dice
algo perturbador, o negativo, sigues andando con una losa encima de la cabeza,
tu respiración ha cambiado, es más corta y ha aumentado la frecuencia. Llegas a
trabajar y tus sensaciones no son con las que habías iniciado el día, ahora hay
algo que no te deja respirar a gusto, tus pensamientos coaccionan tu
respiración, por eso es muy recomendable que hagas una incursión de iniciación
del mindfulnes.
Primer paso, siéntate en posición
piernas cruzadas, sobre una buena base en la zona de los glúteos, y con los
brazos flexionados, y palmas encima de los muslos cerca de las rodillas. La
cabeza erguida, en línea con tu columna. Ahora, busca un punto fijo, puedes
encender una vela o simplemente fija tu mirada en un objeto, también puedes
cerrar los ojos, para visualizar tu interior. Visualizar, imaginar lo que
ocurre cuando respiras, empiezas con el primer ciclo de inspiración y
espiración consciente, observando como entra el aire poco a poco hasta la zona
genital, y como sale todo el aire, y notas como se va comprimiendo la zona baja
abdominal para empujar todo ese aire fuera del cuerpo. Observa atentamente el fluir del aire, cuándo entra te llenas de energía, de calor, y cuándo sales dejas marchar parte de esa energía.
La entrada y salida de
aire por la nariz, o entrada de aire por la nariz y salida por la boca con la
punta de la lengua en el paladar. Un fluir suave y profundo.
Cuándo lleves cinco o seis ciclos
visualizando la entrada y salida del aire, notas peso en las manos y quizás una
pequeña sudoración en ellas. Estas aprendiendo a controlar tu respiración,
notas una sensación placentera, y un cansancio aparente que en realidad es un
gran descanso, has trabajado la atención plena, te has iniciado en ello. Esto
solo es el principio de una gran historia, donde podrás observar con el
adiestramiento diario como los pensamientos, emociones, sensaciones, ruidos,
recuerdos, entran y salen de tu consciencia, sin reternerlos, sin que
permanezcan en ti.
Aprenderás a conocerte, a
quererte, a romper adherencias absurdas, a controlar tu respiración, a centrar
tu atención en cualquier detalle de la vida, a organizarte, a dar prioridades, a tomar decisiones, a fluir como el aire, llenándote de energía, disfrutando de todos tus momentos, con un único fin, el de arrullarte a ti misma y ser plenamente FELIZ.
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