sábado, 4 de marzo de 2017

EL ESTANQUE





El estanque estaba precioso, con ese agua nítida donde se reflejaba mi imagen, me gustaba mirarme, desde pequeña ha sido un reto quererme, intentar no atormentarme con la forma que me veían los demás, siempre me sentí vulnerable, pero algo me ha hecho fuerte, no dudo, sé muy bien lo que quiero, y el verdugo de la muerte no me da miedo. Aunque la respeto, y cada vez lo hago mejor, quizás menos contradicciones en la vida, quizás el sendero se hace más claro, como el agua del estanque. He aprendido a respetarme, a reconocer que mis arrugas son la presencia de una vida, donde lo estoy intentando todo para amar esa imagen del estanque, lanzarme a la calle con los hombros hacia atrás, sacando pecho por todo lo que he conseguido, y sacando pecho por todo lo que me queda por conseguir, yo sé que en esta vida todo cambiará hasta mi último aliento, y lucho por estar preparada para llegar con la máxima dignidad posible, esa por la que he luchado siempre.



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