BASHIRA, BUENAS NOTICIAS.

Bashira, fue la tercera de tres hermanos, su madre le puso ese nombre por que significa buenas noticias, ya que su mayor deseo era tener una hermosa niña, sería el resultado de un gran amor que superó diferencias de cultura y religión ya que ella era cristiana y él árabe. Bashira decidió educarse y cultivarse en la religión cristiana, mientras sus hermanos eligieron la árabe con el beneplácito de sus padres.

Bashira, desde muy pequeña salía en la procesión del Señor de Ceuta, El Cristo de Medinaceli, como feligresa con su madre, y desde que cumplió los 15 años lo hace de Manola, una preciosa Dama, que se ha hecho imprescindible en el paso por su devoción al Cristo y su hermosa belleza esa que es producto del mestizaje, que tan poco se da en estas tierras, por respeto a las diferencias, ya que estas pueden hacerse insalvables en el matrimonio.
 Una tierra conquistada por fenicios, griegos, cartaginenses, árabes, portugueses , dejando a su paso obras arquitectónicas como Las Murallas Reales. Donde la enorme riqueza cultural esta presidida por los cuatro mundos: El cristiano, árabe, hindú y Hebreo, y a pesar de lo que ocurre en otros lados del mundo, estas cuatro culturas se entienden a la perfección, se respetan, pero no se suelen comprometer o enlazar sus vidas por que conocen las diferencias culturales que en un compromiso tan intimo constituiría quizás un problema de base para afrontar situaciones habituales que generalmente se presentan. 
 todo esto lo superaban los padres de Bashira por su pasión a amarse y quererse para toda la vida.

En la procesión también asiste  su novio Juan, que lo hace de costalero, estudiante de INEF en Granada, lleva desde los 18 años y ahora ya tiene 21.

Llegó el día de la procesión con el que se inauguraba una semana santa con los pasos y procesiones habituales de otros años.

Bashira y Juán quedaron por la mañana a la salida del trabajo de ella, era enfermera del Hospital Universitario de Ceuta, y llevaba ya tres años en el servicio de urgencias, atendiendo a la población de Ceuta, pero también a la población flotante, ciudadanos de Africa subsahariana, que generalmente no tenían tarjeta sanitaria, al igual que las embarazadas que camuflando los motivos de su visita a Ceuta como eran las compras rutinarias, pasaban a dar a luz en dicho Hospital por que tenía más recursos sanitarios e higiénicos que los de Marruecos, y encima daban a luz gratis. También atendían a marineros que recababan en Ceuta a bordo de buques, y todas las urgencias que las clínicas privadas derivaban al Hospital, además de pacientes del estrecho de Gibraltar. Todo ello hacía que su trabajo fueran 24 horas de máximo estrés, viéndose tanto enfermeros como médicos incapacitados de atender con eficiencia por la falta de recursos personales y materiales. Eran como Geos de la medicina.

Se tomaron juntos el aperitivo y se despidieron hasta las cinco, una hora antes de que saliera el paso.

Ella debía echarse una larga siesta para intentar recuperarse y vestirse para estar radiante.

El lo iba a dar todo desplazando al Cristo, habían ensayado la sincronía de los pasos muchas veces y como iban a bailarlo 

A las cinco y como un clavo estaba Bashira en el Príncipe para tomarse un café con el resto de Manolas que iban en la procesión, todas nerviosas, esperaban una jornada emotiva y maravillosa como siempre.


 El Cristo de Medinaceli, tenía un misterio que le hacía  ser un paso especial, la imagen era del siglo XVI, no era la imagen real del Cristo de Medinaceli, pero si su símbolo. El Cristo tenía un semblante de gran sufrimiento en su rostro pero también de gran paciencia, la imagen pasó por muchas manos, desde los frailes menores Capuchinos que la llevaron a la Mamora, ciudad tomada por España en 1614 para recibir culto por los soldados. En 1681 cayó la ciudad en manos de los árabes, y fue tirada por las calles para mofa de los transeúntes. Un padre trinitario decide hablar con el rey le promete pagar su peso en oro. El milagro no se hizo esperar, para enfado del rey, cuando fueron a pesar la figura, el peso daba cero, pero el rey cumplió su promesa y se la dió, se la llevaron los trinitarios, prueba de ello es la cruz roja y azul que lleva la imagen, el escapulario es el salvoconducto para dejar pasar la imagen a tierras cristianas.

Juan, ya estaba en la Parroquia de San Ildefonso barriada del Príncipe, calentando para cargar junto a sus compañeros debajo del paso. 

A las 18,30, todo listo, El cristo empezaba su recorrido, 1500 feligreses valientes esperaban acompañar la imagen desde su salida, algunos encadenados por que tenían promesas que cumplir, otros rezándole, implorándole para curaciones, otros para mejorar las situaciones de los componentes de la familia...cuándo la procesión llegaba al centro los feligreses ya eran aproximadamente unos 6.000.Y alrededor un enorme despliegue policial, ya que la barriada era de las mas conflictivas de Europa. El día de la salida del paso habían tejados llenos de musulmanes que tiraban piedras con puntería a los feligreses. Tenía más de 1.500 habitantes , la mayoría  de origen musulman, y entre ellos una concentración significativa de narcotraficantes, y yihadistas, también los captores de mujeres para los servicios sexuales para los terroristas en Siria. Hacía unos meses captaron a yashmina una joven de 14 años, que estudiaba la ESO, y descubrieron su radicalización en su ordenador , por sus contactos y enlaces en internet después de que sus padres denunciaran su ausencia ya que cruzó la frontera con pasaporte falso y cuando llegó a Siria llamó a su familia para decirles que no la buscaran que lo había hecho por entregarse al profeta. Los captores aprovechan la crisis, la vulnerabilidad de las adolescentes para darles la importancia que ni en su casa ni en su entorno sienten que tienen ,mientras están presuntamente en el hogar seguras dentro de su habitación encontrarán su verdugo y son engañadas cruelmente por su inmadurez.

El paso estaba presidido por un silencio sepulcral, los nazarenos vestidos y camufladas sus caras, por los capirotes, gorro puntiagudo con origen en la inquisición, su picuda forma significaba el acercamiento del penitente al cielo.  Entre ellos, oculto Ramish, hermano menor de Bashira, nadie sabia de su radicalizacion, y allí estaba con un chaleco de explosivos. Estaba nervioso, temía que le descubrieran, y no paraba de mirar el reloj, la detonación sería después de que el Cristo pasara por los Rosales, barriada donde estaba ubicada la penitenciaria, donde liberaría  a un preso, como lo hacía todos los años, esta vez un chico de unos 35 años acusado de narcotráfico y que había cumplido tres cuartas partes de su condena. 

Ya liberado el preso, Ramish estaba dispuesto. Y se obró el milagro. todos los que acompañaban el paso se vieron despojados de todas sus vestimentas, ligeros como cuándo pesaron al cristo en el siglo XV, entonces descubrieron al radical y sus propósitos, el paso fue desalojado en cuestión de segundos, pero Bashira, empezó a correr gritándole a su hermano que no lo hiciera, pero los ojos  de él denotaban la locura de su inminente inmolación.
 Su ataque suicida se llevó la vida de su hermana. 



Juan protegido por el Cristo como el resto de costaleros, salió corriendo de debajo del paso, y la cogió en brazos mientras se perdía en el último suspiro, ese segundo bastó para dedicarse la mirada del adiós, una mirada conciliadora llena de buenas noticias como su nombre indicaba. 

la población quedó consternada, fue muy duro volver a sacar al Cristo de la parroquia  los siguientes años. A Bashira le hicieron un monumento en el Príncipe, como una heroína, y fue un ejemplo para muchas muchachas, que entendieron realmente lo que es la bondad, la tolerancia, la integración.
Dicen los que abandonan aterrados a diario la barriada del Príncipe, que hay una maldición del Cristo y temerosos de sus consecuencias marchan de la zona. 

Muchos son los que ven a las 18,30 de todas las tardes un fantasmagórico paso, presidido por una manola morena y muy bella recorriendo las calles del Príncipe y que desaparece a la salida de la barriada.