Cuidado con el perro, lo tienes de medida disuasoria para vecinos cotillas y para ladrones en tu casa, estos pueden abalanzarse contra ti, y dejarte como un colador lleno de mordiscos.
Cuándo vas a la playa aquí en Cantabria, caso verídico del año pasado, de los 365 días del año, se supone que aproximadamente 90 son de verano, pero esto no es Marbella, aquí se tienen que dar una serie de casualidades, desde luego que no llueva, que no esté la marea alta, que no haga viento, y que con cuatro hijos ninguno esté malo. Entonces decides ir a la playa, haces el capazo que más que una bolsa parece la maleta para ir a Tenerife quince días. y para un día que vas te llevas la comida. Llegas a la playa, después de andar 500 metros desde el coche a la zona que te gusta, como si fueras un armario empotrado con patas con la pequeña en brazos, dejas el capazo, empiezas a cambiar niños, uno llora por que el hermano le ha tirado arena en los ojos, y cuando vas a lavarle la cara, allí aparece a lo lejos corriendo hacia tu capazo, un enorme perro con su dueño a unos veinte metros, de pronto empiezas a gritar ¡nooooo!, ¡nooooo!. el perro suelto levanta la pata justo en tu capazo y echa una soberana meada, miras al dueño que tiene cara de pocos amigos, esperando una disculpa. Sabes que te la juegas, no se acerca y no pide disculpas. A tí se te queda cara de emoticono de wasap, la cara de sorpresa. Lo de tumbarte en la arena, y que haya un meado de perro ya es lo de menos.
Otras veces el perro te pasa por encima mientras tomas el sol, o te pisa la toalla, corre detrás de ti, mientras impides que tu hijo se meta más en el agua, es muy pequeño y no sabe nadar, o el perro se le echa encima y lo tira, mientras el niño corre y grita de pánico. Mientras escuchas a su dueño o dueña decirte ¿no hace nada, no hace nada!, como si con eso bastase. Pero así somos, egocéntricos pensando que nuestros perros son una prolongación de nosotros, y todo lo hacemos con ellos,está bien, no importa que molesten a otras personas, el caso es que como me gustan los canes le tienen que gustar a todo el mundo y si no eres una mala persona.
Otras veces el perro te pasa por encima mientras tomas el sol, o te pisa la toalla, corre detrás de ti, mientras impides que tu hijo se meta más en el agua, es muy pequeño y no sabe nadar, o el perro se le echa encima y lo tira, mientras el niño corre y grita de pánico. Mientras escuchas a su dueño o dueña decirte ¿no hace nada, no hace nada!, como si con eso bastase. Pero así somos, egocéntricos pensando que nuestros perros son una prolongación de nosotros, y todo lo hacemos con ellos,está bien, no importa que molesten a otras personas, el caso es que como me gustan los canes le tienen que gustar a todo el mundo y si no eres una mala persona.
A mi me gustan los ancianos, que a pesar de sus achaques tienen una sonrisa y no centran toda su atención en sus penas, me gustan los niños que están bien educados, me gustan las personas solidarias y que empatizan con los demás y me gustan mucho los perros, por que son animales que hacen una labor social inmensa, entender a muchos seres humanos es tarea imposible, y el perro la hace a la perfección, da igual que llegues de mal humor a casa o no estés para él, siempre te meterá ese lametón que ablanda al corazón más duro, egoísta e insociable. Además ayudan a las personas débiles y sin recursos para vivir en una sociedad que cada vez es más selectiva. Perros para ciegos, para niños con desventajas de todo tipo, y para todas aquellas personas autistas y otras sin recursos para comunicarse. El perro enseña a dar cariño de manera incondicional, se conforma con que su dueño le de de comer.
El problema es el egocéntrico, que se hace con un perro para convertirlo en una prolongación de su personalidad, lo lleva suelto por la calle independientemente de que te siga y te asuste, provoque un accidente de tráfico, o te plante sus patas en tu pantalón blanco, por que tu mayor consuelo es que el perro según su dueño no muerde.
Todavía recuerdo los tres meses que me tiré lesionada por que un dóberman salió de unos chalets adosados y con su fuerte mandíbula me ladró, acercando su boca a mi pierna. Hice un mal movimiento y me jorobé la pierna, no sabía de donde venía, y no puede denunciar. Otro día el perro de un asiduo a un bar de Tanos salió a morderme y me enfrenté al perro, mientras sus dueño gritaba el famoso no hace nada, y tu le echas esa mirada acribilladora, que no le va hacer cambiar sus hábitos egoistas de llevar al perrito suelto. casi le tienes que pedir perdón a él por gritar a su mascota.
La semana pasada un pítbull que ya de por sí asusta, se me abalanzó de frente mientras corría, creí que me daba un infarto, no llevaba bozal y es raza peligrosa, tuve que parar de correr y quedarme pegada al dueño para que lo pudiera coger, por que el perro me seguía, En fín, y a todo esto no digas ni muuuuu!, por que los dueños te comen viva.
La semana pasada un pítbull que ya de por sí asusta, se me abalanzó de frente mientras corría, creí que me daba un infarto, no llevaba bozal y es raza peligrosa, tuve que parar de correr y quedarme pegada al dueño para que lo pudiera coger, por que el perro me seguía, En fín, y a todo esto no digas ni muuuuu!, por que los dueños te comen viva.
Cuando se pongan multas, todo cambiará, mientras tanto aguantaremos, no son todos los que tienen perro, hay personas preparadas para llevar a su perro de modo civilizado por la calle, pero hay muchas otras que no recogen las cacas, y que llevan suelto a su can por las calles, y si te salvas del perro, no te preocupes que te esperará el dueño. Fiero el perro, fiero el dueño, maleducado el dueño, perro sin adiestrar, por que al final quédate con esto. si te muerde un perro te podrás comprar un chalet, y si pisas una mierda de perro, te dará suerte, y el que no se consuela es porque no puede.