Cuando empecé a amarme a mí
mismo, descubrí que la angustia y
el sufrimiento emocional son solo
señales de advertencia de que
estaba viviendo en contra de mi
propia verdad.
Hoy, lo sé, esto se llama AUTENTICIDAD.
Cuando empecé a amarme a mí
mismo, comprendí lo mucho que
puede ofender a alguien cuando
trato de forzar mis deseos sobre
esta persona, aunque sabía que no
era el momento adecuado y que la
persona no estaba preparada para
ello, y aunque esa persona era yo.
Hoy lo llamo, RESPETO.
Cuando empecé a amarme a mi
mismo, comprendí que en cualquier
circunstancia, estoy en el lugar
correcto en el momento correcto, y
todo sucede en el momento exacto.
Entonces puedo estar tranquilo.
Hoy lo llamo CONFIANZA.
Cuando empecé a amarme a mí
mismo, me liberé de todo lo que no
es bueno para mí salud...comida,
gente, cosas, situaciones y todo lo
que me deprimía y me alejaba
de mi mismo. Al principio llamé a esta
actitud un egoísmo saludable.
Hoy sé que es AMOR A MI MISMO.
Cuando empecé a amarme a mi
mismo, me di cuenta de que mi
mente puede perturbarme y
enfermarme. Pero cuando la
conecté a mi corazón, mi mente se
convirtió en un valioso aliado.
Hoy se llama a esta conexión
SABIDURÍA DEL CORAZÓN.
Ya no necesitamos temer
discusiones, confrontaciones o
cualquier tipo de problemas con
nosotros mismos o con los demás.
Incluso las estrellas chocan y de su
choque nacen nuevos mundos.
HOY SÉ QUE ESO ES VIDA.
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