lunes, 25 de noviembre de 2019

SIN COMERLO, NI BEBERLO.

Sábado por la tarde, noche. Llueve y hace viento. En casa se está muy bien. La fuente luce maravillosa y hace una sombra en el techo del salón que relaja la vista. Ya hay pocas cosas que relajen la vista, el olfato, el tacto y el oído. Por eso mi casa es como un jardín de la edad media, escuchas el agua correr, y si te apetece enciendes la chimenea y la luna. No es lo mismo pero me compré una preciosa luna que puedo poner del color que me plazca. Tengo una edad para agradecer y desear, me merezco comprar me la luna y las estrellas. 
Además no se puede estar mejor un sábado por la noche que rodeada de tus cuatro hijos, cada uno en un cuarto a veces y otras todos en el salón disfrutando de ese aire familiar que nada vicia y que solo consolida los lazos del amor verdadero. 
A todo esto, suena el whatsapp. No lo puedo creer, es una compañera de trabajo. Flipo con lo que me pone. 
- Hay una persona interesada en ti.
le respondo:
- ¡ Que dices!.
No entiendo nada, ¡Que rollo!. Ya me vi en una de estas encerronas y salí por donde pude, vaya marrón. No por favor!
Al cabo de un rato me pone:
- ¡Es policía!, si te ponen los uniformes, te va a encantar.
Me dio literalmente dolor de estómago. No pertenezco a ningún tipo de red social de contactos, no me interesa nada. ¿por qué contar conmigo?. Sin comerlo ni beberlo,  usurpan mi tiempo de relaxing.
¡Que pereza!.
Mi contestación:
- No, gracias.
A la mañana siguiente me voy a correr una hora y a la vuelta, mañana del domingo voy a comprar el pan. Me encuentro a la dueña de la noticia poco tranquilizadora de que hay un interesado por mi.
Me cuenta que estaban en una cena, aparece un amigo de uno de los comensales y dice que le busquen alguna pareja. La ONG se pone en marcha, y mira por donde piensan en mi. Incluso le enseñan mi foto de perfil.
¿Que piensan estas señoras?, que por estar divorciada, estar de buen ver, estoy aburrida y necesito un Paco Rabanne en mi vida, una relación para colmar la soledad que no tengo, que no padezco. 
Que estoy de puta madre sola.
Cuando me sienta sola, me compraré un bicho o lo adoptaré. No renuncio al amor, pero el amor se escribe con mayúsculas en este corazón maduro y elitista. Solo la química, la física y la aerodinámica podrá romper este muro de confort. 

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