martes, 5 de noviembre de 2019

SEIS DE LA MAÑANA


Son las seis de la mañana. A esa hora hay un silencio profundo, todo el mundo duerme alrededor, la casa tiene rincones para tomarte un café sola y tumbarte a meditar. Respirar profundo para emprender un nuevo día. Tienes planes, objetivos que cumplir, obligaciones y muchos debes, pero siempre está lo incontrolable, lo fortuito, lo casual que gracias a la experiencia sueles solventar sin más importancia.
Vivimos en el querer ser feliz, en el  poder de la energía, en el pensamiento positivo, en la visualización de todo aquello que queremos conseguir Vivirlo en nuestra mente garantiza una estadística muy alta para conseguirlo, verlo mentalmente facilita la consecución de cualquier objetivo. Así si tienes que exponerte en público, visualizarte en esa situación, imaginar las preguntas que te pueden hacer sobre el tema del que vas a hablar te ayuda a adaptarte, y hacerlo con éxito. 
Visualicemos nuestro día de hoy, imaginemos que todo lo que hacemos por pequeño que sea lo cumplimos según nuestras expectativas, agradeciendo lo que ya tenemos y somos, con lo que contamos y si no es así visualicemos que lo volvemos a intentar.
Son pequeños pasos que a las seis de la tarde hemos conseguido, empezamos a sentirnos bien por haberlo intentado, por creer que podíamos hacerlo, sin juicios de valor si no lo hemos alcanzado todo. No es la rueda de un hamster, no basta con ponerse de pie y caminar, no vale con abrir la puerta y salir. Lo importante es salir a conseguirlo y si no es así, salir de nuevo una y otra vez. Una y otra vez, una y otra vez.

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