El mundo formado por nuestras energías, tiene fiebre. No hemos evolucionado como la ciencia y la tecnología. ¿Dónde se ha quedado el espíritu?.
¿ Por qué votamos lo que se presenta?, si lo que se presenta no es bueno, los errores desde esas esferas se pagan muy caros.
¿ Por qué hay tanto sufrimiento, en el mundo, tanto poder mal encauzado, tanto ladrón perdido en su ambición, tanto invertido en consumir y engullir un tiempo que no tenemos.
¿ Por qué tanta desesperanza, tantos vacíos, tantos sentimientos de culpa y tantos reniegues
¿ Por qué tanta codicia, tanta envidia, tanta competitividad, tanta lucha, tanto estrés
¿ Por qué necesitar tanto, agradecer tan poco, acaparar y acaparar cubriendo un espacio que no vemos
¿ Por qué pensar que la vida son dos días y olvidar el firmamento
¿ Por qué no basar la educación en los espacios internos
¿ Por qué aceptar las atrocidades, porque están lejos
¿ Por qué valorar lo que tenemos
¿ Por qué hemos olvidado sonreír
¿ Por qué desconfiamos hasta del viento
¿ Por qué vivimos la vida con pastillas y no a pelo
¿ Por qué mientras vivimos no disfrutamos de la vida
y cuándo nos acercamos a la muerte nos llenamos de arrepentimientos
¿ Por qué no me hice valiente para cumplir mis deseos
¿ Por qué acobardado, condicionado, y programado censuré mis anhelos
¿ Por qué atemorizado por la muerte me cobijo en lo que me destruye
¿ Por qué vivo dormido y dormido vivo soñando o pesando lo que no encuentro.
¿ Por qué no reacciono?...¿Por qué no despierto?
Quizás por eso estoy encerrado, por que estoy enfermo y solo el reposo, la reflexión y el encierro
puede hacerme consciente de ello. Y la fiebre baje y consiga serlo, unir mis propósitos y cuándo abra la puerta de mi casa, no salga el mismo si no alguien nuevo. Y así formemos un mundo con las energías elevadas capaz de cambiarlo todo a nivel mundial y buscar el cielo, ese que no está fuera sino dentro de cada uno de los que habitamos este maravilloso planeta.
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