Quizás no te olvidaste del paseo que dimos en el valle de las flores blancas,
Quizás no te olvidaste de cuando me dabas la mano para que no te adelantase,
Quizás no te olvidaste de aquellos ojos tristes que te miraban con amor.
Quizás no te olvidaste de aquellos ratos malos de desilusión y de dolor,
Quizás no te olvidaste de esas miradas cómplices de las que disfrutábamos.
Quizás no te olvidaste de las caricias de seda y terciopelo,
Quizás no te olvidaste de los latidos de los encuentros y de las despedidas.
Quizás no te olvidaste de querer que pasase el tiempo, de buscarnos en un desierto.
Quizás el camino se hizo grande, se llenó de maleza y de áridos arbustos,
Quizás nos perdimos mirando al cielo, dispersando nos en los anhelos,
Quizás nos perdimos en la rutina de los momentos, de deshacer los querernos.
Quizás viajamos cada noche para escapar del deseo y del camino de los besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario