Y cómo está de moda y todo el mundo lo hace ,Lorena, recién divorciada, pasa al ámbito de los carnívoros, esos que se alimentan de carne y son depredadores por naturaleza. Ella lleva 20 años retirada del alterne como decía mi abuela, de las relaciones esporádicas, esas que se llevan ahora, y que a ella no le convencen, las del aquí te pillo y aquí te mato, y si te he visto no me acuerdo, a pesar de haber habido intimidad, deseo carnal, y desenfreno, al día siguiente desaparece cualquier prueba de ese encuentro.
Se llevan las listas de implicados puntuales, que pasan de la mayor intensidad al olvido, tanto que algunos dudan cuando se encuentran de si han tenido o no contactos de pasión, ¡es tanta la frialdad en sus miradas!.
Quizás sea producto de la dieta que se lleva hoy en día el fast food, según mi abuela una marranada, para ella una falta de valores, de compromiso, de respeto, pero ¡es lo que hay!.
Y que mejor que te lo pongan a la carta como el mejor restaurante, con la mejor presentación, así todo va más fluido y rápido. Puedes convertir tu lista de contactos de whatsapp en una de esas interminables, llenas de nombres de hombres, clasificar a tus citas según el éxito que haya habido al culminar cada encuentro, además esta lista permitirá a tus amigas participar del beneficio que produce el trabajo bien hecho y organizado, puedes hacer tu propia empresa de encuentros.
Todavía no hay estudios al respecto, pero cuesta creer que este modo de relacionarse sea beneficioso a nivel humano y personal, parece ser que ya hay ciertos estudios que hablan de resultados de baja autoestima, depresión, desequilibrio, dependencia, y vacío. Un vacío que llega cuando el móvil no suena, cuándo lo miras una y otra vez y te ignoran, de hecho muchos de los contactos desaparecen y eso te molesta, así sin más, sin una explicación.
¿somos una generación preparada para formatear nuestro disco duro cuándo este empiece a ser corrosivo?, cuándo nos preguntemos porqué esas relaciones online no cuajan.
Estudiamos nuestros perfiles, cómo un escaparate, debe quedar perfecto para gustar, para atraer. Seleccionamos mil fotos antes de seleccionar la que nos represente, idealizar una imagen que no existe, fruto de un fogonazo como el que se establecerá, y que se apagará con la misma intensidad.
Un gesto no real, como tampoco lo son las relaciones que se establecen bajo el yugo del wi-fi.
¿Que nos ocurre?, que no escuchamos, que andamos con cascos, que huimos de la realidad, de los gritos por la justicia, de los llantos ajenos producidos por la frustración. Pero tampoco escuchamos nuestro interior, solo ese sonido a todo volumen que nos anestesia, como lo hace el tabaco y el alcohol. Vivimos drogados no queriendo asumirnos, aceptarnos.
Quizás solo quizás algunos se nieguen a vivir como el resto y a pesar de la soledad busquen encuentros casuales, fortuitos, románticos y no a la carta.
Quizás se quiten los cascos y se escuchen, observen que sin ninguna duda la soledad es una opción que bien aprovechada es la panacea.
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