ERASE una vez una pareja de amigos el Enfado y la Tristeza, iban paseando por el bosque, hacía una tarde bonita, aunque ellos no la veían, estaban ciegos de emoción. El Enfado iba despotricando de todo, que asco de tarde, odio los bichos, no me gusta tu compañía, esto es una mierda, que infierno de vida, no lo soporto, ojalá se acabe este maldito paseo...
Mientras laTristeza, caminaba más despacio, como si llevara un peso en el pecho que no la dejaba respirar, los pies mojados de sus lágrimas, tenía nostalgia de todo lo que veía y añoraba el pasado, pensaba que todo lo anterior era mejor que lo que ahora estaba ocurriendo, y apenas hacía caso al Enfado.
De pronto apareció un hermoso lago, la Tristeza le dijo al enfado: vamos a bañarnos, el enfado le respondió: ni lo pienses, yo no me baño en esta maldita agua, no soporto a los peces, no soporto estar mojado y estoy harto de ti. La Tristeza le insistió una y otra vez, por que era muy pesada, hasta que el enfado le dijo: vale vamos a bañarnos, me va a estallar la cabeza de aguantarte.
Se desnudaron y se metieron en el agua y estuvieron largo rato, el Enfado con el ceño fruncido, muy muy colérico, y la Tristeza sin parar de observar como sus lágrimas caían sobre el agua. Así de pronto el Enfado decidió marcharse, mientras la Tristeza se quedó.
Cuándo se hizo de noche, la Tristeza tuvo miedo y decidió salir del agua, escuchaba los ruidos de la noche, se estremeció y buscó su ropa donde la había dejado, pero no la encontró, con frío y destemplada buscó y buscó, al final encontró ropa pero no era la suya era la del Enfado, este se había puesto la suya. Así que se vistió, y se marchó buscando una salida.
Cuenta la leyenda que detrás de una persona enfadada siempre está la Tristeza, y detrás de una persona triste, está el Enfado.
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