lunes, 19 de agosto de 2019

QUERERTE

Para tenerte me partí en dos, como parto España para llegar a Ceuta.
Para quererte, lo hice desde que te presentí dentro de mi.
Cuándo naciste sin ver, te vi, te memoricé, repasandote una y otra vez,
aprendiendote sin reglas  mnemotécnicas.
Te acaricié con mis palabras y te besé con mi mirada.
Soñé con un precioso camino de vivencias juntos, de aprendizaje.
El amor me sorprendió, como nunca lo había hecho,
me dejó desnuda ante mis defectos, mis espacios vacíos.
Descubrí un mar de dudas, un mar de miedos, un mar de bruma.
Mis raíces temblaban contigo, con tus pasos, con tus caídas.
Tus lágrimas me escocían, tus heridas me dolían, tu dolor me infectaba.
Pero contigo aprendí generosidad y dar cuándo pensé que ya no daba.
Tu tristeza, me activaba a empujarte para que empezarás a andar de nuevo.
Volar solo, llorar sin que nadie recogiera tus lágrimas, esperar que secasen, 
y volver a andar. Por que debía dejarte sin abandonarte. ¡Qué dificil!.


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