lunes, 11 de septiembre de 2017

MARIVÍ SESIÓN CON LA PSICÓLOGA

Mariví se va a su sesión de los martes, con su psicóloga. En la última sesión le recomendó esta que escribiese todo lo que se le ocurriese a modo de carta, que era un desahogo y funcionaba muy bien como terapia.

¿Que culpa tiene mi tatarabuela, y mi abuela y mi madre de lo mal que tenían amueblada la cabeza?, les llenaron la cabeza de contaminación machista y ¿como no, me iba a salpicar a mi de lleno?.
la mujer compuesta quita el hombre de otra puerta, no te dejes que los hombres enseguida se fijan en otra, la mujer tiene que ser señora en la calle y puta en la cama, y así hasta un sinfín de barbaridades que nos hacen esclavas de las palabras y nos ponen rejas a nuestro ser, culpabilizandonos de todo lo que nos pasa, de lo que no nos exigimos, de que no dimos lo suficiente. ¿Acaso se puede dar más?, nunca es suficiente. La mujer se auto exige de manera cruel, recriminándose lo que no hace, por que el día no tiene más horas. La mujer es indispensable, y nadie puede hacer las cosas tan bien como las hace ella. 
No solo estamos nosotras para mortificarnos, también está la competencia, o así la percibimos en muchos casos, las rivales que se disputan los machos alfa, muchos dichos de nuestras antecesoras nos advierten que una actitud de relajación permitirá el acto de arrebatarnos la pareja por otra congénere , quizás podíamos pensar que nos hacen un favor, pero pensamos lo contrario por culpa de nuestra educación. 
Quizás si fuéramos más practicas cederíamos a la celebridad con una hoja de advertencias, la prenda ronca, tiene el síndrome del te ayudo en la cocina y no hago nada, el de la cerveza después de venir de la calle, el del fútbol, el de mi vida no tiene aliciente, el de los fines de semana con mi madre, el de asistir cada vez más a menudo a comidas y cenas de empresa , el de buscar alternativas a la vida familiar como la pesca y la caza en todo su significado, el de ausentarse cada vez más rato, el de a mi madre las croquetas le salen de miedo.
Hemos conseguido que avancen las tecnologías y esto ayuda a nuestra espalda, lavadora, secadora, electrodomésticos varios, pero ya, por que ahora hacemos más cosas en menos tiempo, y nuestro cerebro busca salida en un todo incluido, aunque en este paquete no este incluida la pareja, después de muchas advertencias, y de mostrarse con sordera crónica, me saco un billete uniparental, el carro de caballos se ha quedado obsoleto, y estoy harta de arrastrar un paquete. Así que cojo las riendas de mi caballo y lo hago sola, que demostrado esta que lo hago bien.
Me he sacado un billete a Cancún, a un todo incluido, esta tarde vuelo como nunca y espero volver y no reconocer todas esas patrañas que las generaciones pasadas femeninas metieron en mi cabeza.
te saluda atentamente Mariví.




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