Era sábado y mes de agosto, lo que se dice por ahí noches de farra loca.
Alicia con tan sólo 15 años ya pide más de la cuenta con una obstinación que agota, cosa que su hermana que tiene cuatro años más que ella no hace y por eso estamos desentrenados, ya lo decía mi abuela los hijos no salen iguales, cuidadito no te confíes que te la pegan, y mi padre decía no te fíes ni de tu padre, en fin que así salí yo desconfiada pero más inocente que un cubo, eso sí se que no soy tonta por que he estudiado una carrera superior y he aprobado una de las oposiciones más difíciles que hay que es la de juez. Ahora estoy en la violencia de género, y suena fatal pero a esta hija no sé si matarla, miente más que habla.
¡Mamá!, dice Alicia, hoy me quedo a dormir en la casa que tiene Carmen Ruiz en su pueblo, vamos a las fiestas y luego nos vamos allí. ¿quienes Carmen Ruiz?, pregunté yo. y ella me respondió: por favor mamá, ¿no sabes quien es Carmen Ruiz.?..Me estaba poniendo de los nervios, por que ese nombre no lo había oído en mi vida, y recurrí al grupo de madres del wasap, ¿por favor alguien sabe quien es Carmen Ruiz? se hizo un silencio de 10 minutos y por fín respondió una madre, si una de las amigas de Irene que sale con el grupo desde hace poco, es con la que se van a dormir a su casa del pueblo esta noche. A pesar de la contestación seguía desconfiando y le pregunté a Alicia que me diera el nombre del padre o la madre de esa niña, renqueante y tras insistirle mucho me lo dió.
llamé y se puso un señor que se presentó como el padre de Carmen Ruiz, me dijo que si se quedaban a dormir que estuviéramos tranquilos, que él les llevaría el desayuno a las nueve. Después de preguntarle si le había puesto hora de llegada, el me respondió que a la 1,30 y me quedé tranquila pues conmigo estaba negociando llegar más tarde, después de un cordial saludo colgué.
Alicia, solo tiene 15 años pero se pinta mucho el ojo, y los labios granates, es todo lo contrario que su hermana que es elegante y presenta una belleza serena sin aditivos ni conservantes.
cuando la veo salir, me perturbo, va guerrera, y acaba de salir del cascarón, el año pasado era una niña de cuerpo, alma y cerebro. Este año echó tetas , cuerpo y belleza por los cuatro costados pero sigue siendo una niña, y ahí fuera hay mucho gallo carnívoro, con ganas de devorar carne fresca, estoy harta de leer las noticias, abusos, me pongo enferma, esto es una lotería y en cualquier momento me puede tocar a mi.
La niña se va por la puerta cojo las estampas de San Judas Tadeo, y me dispongo a rezar el rosario hasta que me venza el sueño....al final me duermo.
A las nueve de la mañana me suena el móvil de una de las madres, me pregunta si estoy tranquila y le digo que todo esta controlado, me responde que las del grupo de su hija la han bloqueado el instagram pero una que sube todas las imágenes no, y que se prepare, que es muy fuerte. Relata paso a paso la noche de marcha loca que han tenido y que siguen teniendo, ya que siguen mandando fotos a instagram. No me lo puedo creer, fotos tiradas en la playa, a las cuatro de la mañana en pelota bañándose, retozándose en la arena, poniendo los asquerosos morritos de desquiciadas, y exhibiéndose de una manera lasciva. ¡No lo soportó!, pensé esto es demasiado y ¿el presunto padre?
de la tal Carmen?. Le pongo un mensaje a mi hija y le digo que inmediatamente para casa o llamo a la policía, llamo al número del padre y se pone un tal Fernando, dice que es amigo de Alicia, y tras amenazarle con denunciarle, me dice que hizo de padre para que las dejaran salir sin problemas, que lo suelen hacer cuando planean este tipo de salidas y se puso a llorar avergonzado , dijo que no lo iba hacer más.
Durante unos minutos hice terapia para no matarla cuando entrara por la puerta, respiré hondo, hice lo que pude con la meditación y por fin el timbre.
Después de una conversación llena de negaciones primero y de disculpas después, le quité todo cuánto tenía para comunicarse con el exterior y a su cuarto.
Tengo que reconocer que mi hija pasó cinco días de ataques de ansiedad por no poder comunicar su estado de ánimo por los medios que siempre lo hace, el internet. Un auténtico mono como si de una droga se tratase, suplico y requetesuplicó que le devolviera la tablet y el móvil, pero estuvo 15 días sin ello, escribió una carta de arrepentimiento, de que nunca más.
Hasta la próxima vez que me diga, ¡mamá me quedo en casa de Sofia!.
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