Cuando la razón no está por encima de la fuerza en muchísimas de las circunstancias de la vida entre un hombre y una mujer, pasamos al abuso. ¿cómo un deportista de alto nivel, puede hacer lo que hizo el niño malcriado, maleducado, y abusón del francés Hamou?. Ese que aprovechó la ocasión más pública que tenía para que se le fuera la razón y cometer el delito de recrearse toqueteando a una periodista, besándola y mordiéndola como un verdadero depredador, sin que las cámaras fueran una medida disuasoria para calmar a la bestia machista, esa que aparece continuamente en este siglo XXI. ¿Que hubiera hecho este personaje si hubiera estado a solas sin cámaras, y quizás con cinco energúmenos más como en el caso de los San Fermines de Pamplona.
Quizás hayan voces que digan que la culpa la tiene ella, la periodista, por estar tan buena, o quizás por que iba muy ceñida, o por que iba buscando guerra y no una buena entrevista. Quizás.
Quizás hayan voces que digan que la culpa la tiene ella, la periodista, por estar tan buena, o quizás por que iba muy ceñida, o por que iba buscando guerra y no una buena entrevista. Quizás.
¿Dónde está la evolución?,esto es como los piojos o las pulgas, estos brotes machistas no son acciones puntuales, estos actos en menor o mayor intensidad están en los trabajos, en los sueldos, en los hogares, en el deporte, en los juegos, en los cuentos, en las oportunidades, en la conducción, en los programas de TV, en la publicidad, en la política, en las relaciones.
La clave es la educación en el respeto, en las emociones, en la empatia. Seguro que estos animales no racionales disfrazados de seres humanos pero que encierran a una mala bestia, si tuvieran la capacidad de ponerse en el lugar de..., no serían capaces de hacer las cosas que hacen, si fuera su madre, su hermana, alguien a la que quieren de verdad, pero esa es otra, ese tipo de bestias no quieren a nadie, son egoístas y solo piensan en ellos, en su ego y su protagonismo. Vaya tela!!!
¿Dónde está la evolución?
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