EL CLARO OSCURO DE LA VIDA.

¿Estás en un claro o en un oscuro de la vida?, tu cabeza nace cada día sin nubarrones, con el cielo despejado y sin amenazas en el horizonte. ¿vas tranquila caminando? o sales con el paraguas, pensando que de un momento a otro te va a caer un chaparrón. 

Generalmente en la juventud vives en continuos cambios de claros y oscuros, a medida que pasa el tiempo, esto se estabiliza, aunque parte importante de tu día a día depende de la casuística de los hechos particulares que se van desencadenando y que te salpican, la adaptación a dichos hechos hace que te expongas a cambios, a cierta desestabilización que como resorte mejora la seguridad en ti , ya lo dicen los dichos populares deja que la vida te sorprenda. 

En la madurez aparece el miedo a los cambios, y la necesidad de un entorno cada vez más estable, ya que con los años ves mermadas tus facultades más esenciales como la vista, el oído, y quizás en muchos casos la movilidad, el ser humano como cualquier animal busca la seguridad de su entorno, reducir el grado de incertidumbre en cuanto a los elementos que constituyen su día a día tanto físicos como afectivos. y se produce una falta de maleabilidad a los cambios, una resistencia a la transigencia, y un aislamiento físico y social.  

Aquí es cuándo muchos recurren al fenomento mascota, un perro que haga compañía pero no te intente cambiar, no te quite tu espacio, no intente reconducirte, no te critique, no repase tus imperfecciones ni tus defectos, no te exija cariño, amor, detalles... y te de cariño incondicional a cambio de comida y que sencillamente le quites las pulgas, que si no lo haces tampoco le importa.

Tu perro jamás contará tus miserias, ni tus absurdas carcajadas cuando te ríes por tonterías, o lloras por lo que para otros es un exceso de sensibilidad inaguantable. 

En fin la flexibilidad se pierde con los años física y afectívamente, se gana en manías. y todo esto permite que no te enturbien el día, y el claro oscuro de la vida se convierta en un gris, eso que quizás en muchos se llama vejez.