lunes, 14 de agosto de 2017

ASEDIO POLICIAL



Ceuta, está tomada por todos los mandos policiales, temiendo atentados terroristas, salvaguardando a la población del  yihadismo, de la entrada ilegal de africanos por la vaya del paraíso, por pateras que intentan llegar a las costas ceutíes, Tarifa o cualquier lado de las costas Gaditanas, del contrabando de hachís, y de todo el narcotráfico que le hace una de las zonas más conflictivas de Europa.
Muchos frentes abiertos. Se puede decir que con tanta presencia policial los ciudadanos de Ceuta se sienten relativamente seguros. Cuando vas a una terraza o a un café, ves a los chavales, por que no dejan de ser eso, vestidos de paisano, aunque se sabe que son policías que temporalmente vienen a Ceuta en alguna de las misiones que esta ciudad necesita. 
Llevo aquí una semana y me despierto a las 7,00 para ir a correr, y los veo corriendo para acudir a los cambios de turno que a primera hora se producen en la frontera del Tarajal. Durante la carrera me doy cuenta que hay una neblina  que no me deja ver más allá de un par de metros, una densidad exagerada, y una humedad que apenas habiendo recorrido unos metros te hace sudar sin que todavía haya asomado el sol por el este.
Al llegar a la zona cerca del Tarajal, empiezo a ver ropa tirada por todos lados, me parece curioso y me pregunto de donde habrá salido ,empiezo a pensar en las posibilidades, quizás una patera, y que la ropa sea producto de la huída, el caso es que llego a la frontera y todo aparentemente tranquilo. Cuando vuelvo disfruto de una ciudad preciosa, el sol a pesar de la niebla intenta iluminar toda su costa revoloteándola miles de gaviotas que graznan, acercándose a las playas en busca de restos de comida que las gentes dejan en la playa.
Al llegar a casa oigo en las noticias que más de 250 inmigrantes sudafricanos han superado la puerta de acceso de la frontera española y se han colado corriendo, esta vez no ha sido la vaya, su fuerza era imparable hasta romperle a un policía la tibia y el peroné cuando se disponía a hacerle una zancadilla, manera ineficaz de parar la voracidad de entrar en un supuesto paraíso, lleno de complejos, como el de la corrupción, pero por ello, no deja de serlo ya que a pesar de todo supuestamente hay justicia. ellos huyen de un mundo el único que conocen en el  que hay corrupción sin un ápice de normas, reglas y donde reina el terrorismo, la corrupción, el asesinato, la falta de trabajo, y hay mucha hambre, esa con la que entran ellos hambre de paraíso. Por mucha policía que mandemos a Ceuta, ese hambre es imparable.

1 comentario:

  1. Es imparable... es un problema con el q no hacemos otra cosa q mirar constantemente hacia otro lado

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