viernes, 1 de marzo de 2019

LOS ZOMBIES DE LA EDUCACIÓN.



Estoy viendo que no son todos los que están ni están todos los que son. En el cementerio hay gente mucho más viva que muchos de los que deambulan por estas tierras ocupando profesiones solo por ganar dinero, por aferrarse a lo único que no llena el alma. Sólo un bolsillo vacío de emoción, de inquietudes, de vocación, de fuerza, de ímpetu por cambiar lo que no funciona. Dicen que escuchan pero no lo hacen, dicen que respetan pero te intentan doblegar de pura inseguridad. Se venden a el aplauso fácil, a los premios que adornan estanterías pero no engañan al corazón. Muertos vivientes que ven pasar las injusticias enmudecidos por su necedad, por su mediocridad, por su conformismo. Relajan sus gestos ante la injusticia por que solo ven su ombligo, matan con su mirada invulnerable ante lo obvio, lo razonable y ridiculizan a los que luchamos por cambiar lo que no funciona . Quizás nos ven como una amenaza. 

No estoy triste por que me rodeen tantos muertos, pienso tacar les las narices con mis ganas de hacer a ver si espabilan. Es lo que hay. No pienso morir en vida.






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