viernes, 14 de junio de 2019

VEINTICUATRO HORAS.

Aquí solo se ve la costa gris
y un cielo despejado muy azul.
Las aguas saladas se mueven bruscas
mientras los pájaros vuelan a ondanadas.

Me asomo a la ventana buscando el sol
que se asoma tímido por el este.
Amanece en silencio el nuevo día
mientras la vida de los vivos crece.

Huele a frescor de hierba
bañada del rocío frío del norte.
Norte que señala un sur perdido
por los limitados ojos en un infinito.

vistas de memoria y sensaciones
ataviada de historia corrida en sangre
que tiñe un cuerpo expectante
hacia lo que pueda sin querer que pase.

Allá cuándo cierre la ventana
y se vaya acabando el día
tras el cristal escribiré una historia
llena de nostalgia y melancolía.

Ratos en la oscuridad ensoñada
cautivado el tiempo interiorizado
horas dormidas, soñadas, vividas
un espejismo pasajero y transitorio.

Que finaliza al despertar

Así que solo se ve la costa gris
y un cielo despejado, muy azul.
Amanece en silencio el nuevo día
mientras la vida de los vivos crece.......


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