Hoy empieza un día muy especial, diferente a cada uno de los días de mi rutina. Es un día muy azul, y aunque hay nubes en el firmamento, luce el sol, en una mañana de casi otoño. No sé que me voy a encontrar, ¿cómo serán mis compañeros?, ¿cómo será la profesora?, ¿cómo serán las instalaciones?, ¿cómo serán las normas?, ¿ cómo serán los exámenes, los trabajos, las prácticas?, ¿cómo serán los recreos?, ¿contaré con mis amigos/as de siempre?.....
Sé que soy un ser completo, que me amo y que tengo todo lo que necesito para ser feliz, la felicidad está dentro de cada uno de nosotros. La profesora nos va a contar una historia de dioses, somos semidioses que nos han escondido un tesoro, el tesoro de la felicidad, los dioses no querían convertirnos en iguales a ellos y nos convirtieron en hombres. ¿Quién o quiénes lo han escondido? han sido los dioses. Sí, sí han sido ellos los que nos crearon, ellos lo escondieron. ¿Dónde? pues la historia dice que fueron interviniendo uno tras otro diciendo dónde había que esconderlo, en el pico de una montaña e intervenía otro dios, ahí no, que el hombre desarrollará la fuerza motriz suficiente para subir y lo encontrará. Entonces intervino otro hay que esconderlo debajo del océano más profundo. No, intervino otro, allí no, que el hombre desarrollará la inteligencia y llegará allí, pues en otro planeta, respondió otro, no que el hombre es audaz y llegara al construir una nave allí y lo descubrirá. Entonces intervino un dios muy callado que no lo había hecho hasta ahora y dijo lo esconderemos en un sitio donde nunca pueda encontrarlo, en un sitio donde jamás repare que está, en el fondo de sí mismos. El hombre estará siempre con un vacío existencial enorme buscando y buscando, intentando colmar su vacío la incapacidad de estar quieto (Pascal decía que ese era el motivo de los problemas del mundo), apegado a vicios y adicciones, como la pornografía. Caerá en la terribilitis, todo es tan terrible, en el no lo puedo soportar, en la necesidad insaciable de comprar, de saciar el vacío. Se inventará cosas que necesita, cuando realmente solo necesita el sol, el agua, la comida, algún ser vivo para hablar, escuchar y un techo para pernoctar. Vivirá en la queja constante, en la comparación continua con sus semejantes, en la crítica, en el juicio, en el autosabotaje, en la cultura de la evitación, del no afrontamiento, del desconocimiento de sí mismo, de la huida, del adormecimiento, del trauma, del musturbación del psicólogo neoyorkino Albert Ellis (los debes y tienes y la rumiación continua y negativa de los pensamientos en bucle que nos provocan ansiedad, que no nos permiten disfrutar del instante presente que en realidad es lo único que tenemos y de no desaprovechar la vida. Estar continuamente en el pasado que nos provoca decaimiento y tristeza o en el futuro amenazante que nos crea ansiedad, y estrés, vivir incesantemente en las expectativas. Cuando tenemos una mente irracional, nos martirizamos mentalmente con los deberías, con el pensamiento en bucle, con un montón de presuntas obligaciones, no sabemos diferencia lo urgente de lo importante. Según Epícteto, Marco Aurelio no es lo que nos pasa, es cómo interpretamos lo que nos pasa. Según William James es el hombre cuando se cae el que decide si se ha caído en un sencillo banco o en un precipicio mortal. ¿Cómo interpretas las cosas que te pasan?
En este periplo del ser humano pensante, rumiante, analítico pero esclavo, mejor lo llamamos ausente en continua activación de la red neuronal por defecto, ya que más del 95% del tiempo estamos en piloto automático, y solo un 5% en pensamiento consciente, se nos va la vida, las sensaciones reales. La atención se pierde en un horizonte sin mar, en un cielo sin sol, en un desierto sin palmeras, en una casa sin muebles donde el eco del pensamiento en bucle reverbera una y otra vez sin salida, dónde el aire se vuelve vicioso, artificial. Nos alejamos de la luz natural y nos tornamos asincrónicos con ella. Nuestras células pierden el norte y nos sumimos en estados decadentes, donde la salud se difumina como la mirada de un ojo miope sin gafas y la enfermedad de mil formas diferente se adentra en nuestro cuerpo y mente cambiando nuestro universo interno, ese que era perfecto, que parecía imperturbable. Quizás para dar el primer paso hacia la vida y su cuidado nos tendremos que adentrar en la muerte, un acontecimiento que va acaecer.
Tengo que recuperar la confianza, soy un ser iluminado, completo, maravilloso. Aprender a ser asertivos y saber decir no, a lo que no quiero, a lo que no me conviene, aprender a disfrutar de mi, llenarme de pensamientos positivos y dejar las creencias irracionales fundamentadas en todo lo que me ocurrió en mi infancia, desaprender para crecer emocionalmente y volverme un ser humano confiado en mí mismo, tolerante, resiliente, con la mente abierta, más empático y compasivo, colaborador y con capacidad de autorregular las emociones, teniendo herramientas para dar espacio entre los estímulos y las respuestas y no reaccionar si no responder de la mejor manera.
Cuerpo y mente son inseparables actúan de modo reversible. Tenemos una máquina muy sofisticada, este curso vamos a aprender a sacar el máximo rendimiento a la máquina.
Por que nosotros tenemos el poder y la gloria, cuando tienes un gran poder, tienes una gran responsabilidad. Tu tienes el libre albedrío como la leyenda del lobo bueno y el malo.
Un anciano indio Cherokee invitó a los niños a sentarse en círculo para contarles un cuento sobre la vida, sobre el libre albedrío y los diferentes caminos que podemos elegir.
Hay una batalla que siempre ocurre en mi interior y que también estará en el vuestro. Es una gran pelea entre dos lobos. Un lobo representa el miedo, la ira, la envidia, la pena, el arrepentimiento, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, la arrogancia y prepotencia, el falso orgullo, la arrogancia, las mentiras, lo falso, la superioridad, el ego. El otro representa la alegría, la paz, el amor, la esperanza, el compartir, la serenidad, la amabilidad, la benevolencia, la amistad, la generosidad, la empatia, la convianza, verdad..
El anciano miró a los niños y les dijo: Esa lucha está teniendo lugar en vuestro interior y el de cualquier persona que vive.
los niños se quedaron pensando y uno de los niños preguntó:
- ¿Cual de los dos lobos ganará?
El anciano indio respondió: Ganará el lobo que más alimentes.
la actitud con la que enfrentes la vida te ayudará o perjudicará para conseguir tus objetivos. La vida no es fácil, pero es bonita. Si eres capaz de afrontar la vida con valentía y confianza, vendrás acontecimientos duros y difíciles pero acuérdate en cada perdida viene una enseñanza y una o más oportunidades (los pros y los contras), cuando una puerta se cierra se abre otra.
Y ahora vendría la leyenda de Todo pasará. Os invito a que la leáis, es maravillosa. En esta vida todo pasa, nada permanece, vivimos en continuos ciclos de ser y no ser, de día y de noche, de tristeza y alegría, de ida y vuelta...