Si pudiera rebobinar tu sufrimiento, deshacer las llagas de tu aliento.
Quizás me volvería loca si te pudiera volver a ver sonreír de nuevo.
Sin pensar en esa cuerda que cogiste para desaparecer.
Volver a correr contigo de la mano sin separarme de tu olor,
¿porqué lo hiciste sin soltar el terror que te perseguía,
me mata la sin razón, ¿porqué no lo compartiste?
Ahora no puedo sonreír sin tu sonrisa.
Ahora no puedo ver, sin tus ojos no hay luz.
Tu ventana no volverá a abrirse, ¡cuanto podrías haber gritado,
para que te escuchara!
¿Y ahora que hago yo?
nueve meses esperando verte y una eternidad para no poder olvidarte.
Me dejaste caminando sin rumbo, ciega por el dolor,
con un alma rota hecha añicos, andaré por inercia en mi infierno,
hasta que el viento, la lluvia y los truenos me devuelvan la consciencia del camino.
Tendré que volver a recomponerme,
tendré que volver a andar, pero sin tu susurro de vida nada se parecerá a la ilusión que tenía por verte a mi lado.
¿Para qué gritar si no puedo?. ¿Para qué llorar si no puedo?, ¿para qué vivir si no puedo respirar?.
¿Para qué si tu aire ya no está?, si tus ojos no me miran para acariciarme, si tu aliento voló al viento para dejarme atrás, sin ganas de cruzar un puente hacia ningún lugar.
Miraré al cielo para ver tus gotas caer, para llenarme de ti, y poder deshacer el desaliento del viento, ese que roza mi piel, quizás lo sienta como aquellos besos pequeñitos, que se marcaron en mis entrañas. y me dijeron un mamá te quiero que sonó suave, profundo, como un eco que retumbó dentro, desestabilizando cada uno de los fragmentos de un cuerpo desolado sin tu calor de enero. Abriré los brazos, gritaré para dentro que te soñaré cada instante, cada segundo, cada momento.
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